Gobierno y estudiantes de la provincia canadiense de Quebec reanudaron conversaciones la tarde de este lunes para buscar una solución al conflicto que los mantiene enfrentados desde hace más de cuatro meses.

Uno de los líderes estudiantiles, Gabrile Nadeau-Dubois, estimó antes del inició del encuentro que la discusión debía orientarse hacia las tasas universitarias -tema que originó el conflicto- y la controvertida ley especial promulgada para poner fin al movimiento de protestas.

Si la ministra de Educación, Michelle Courchesne, “se rehúsa a abordar las tasas de escolaridad y la ley 78, se podrá dudar seriamente del tiempo que vamos a pasar alrededor de la mesa” de negociaciones, dijo Nadeau-Dubois, portavoz de Classe, el más radical de los sindicatos de estudiantes.

“Esas son las prioridades para nosotros”, agregó, señalando que cualquier acuerdo, en principio, debería estar sujeto a la aprobación de las asambleas generales de estudiantes.

Courchesne, quien arribó poco después de que Nadeau-Dubois, se negó a decir qué temas aceptaría tratar y se limitó a afirmar que tenía “confianza” y que quería una reunión “seria”, “que vaya al fondo de las cosas”.

“Nos tomaremos el tiempo que sea”, agregó la ministra.

“Estamos aquí para negociar, para encontrar una solución a esta crisis, para abordar el derecho a estudiar”, dijo por su parte Leo Bureau-Blouin, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Quebec (FECQ), el más moderado de los dirigentes estudiantiles.