Más de 13.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto violentamente en Siria desde mediados de marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, OSDH.

Al menos 9.183 civiles, 3.072 miembros de las fuerzas gubernamentales y 794 desertores han muerto debido a la represión, los combates y los atentados que afectan al país desde hace más de 14 meses, según esta Organización No Gubernamental.

Desde la entrada en vigor del alto el fuego el 12 de abril -sistemáticamente violado desde entonces- al menos 1.881 personas, de ellas 1.260 civiles, perdieron la vida en enfrentamientos.