Muchas son las especulaciones sobre cual es el origen del coleccionismo. La idea de colección como tesoro se remonta a la propia historia del hombre, mostrando la colección como una forma de acumulación que produce prestigio por la exhibición de lo poseído y al mismo tiempo ligada a lo oculto de los templos, palacios reales y criptas.

Es un fenómeno del que se tiene referencias desde 5.000 años A.C., así lo señala Isabel Pinillos, psicóloga española, que en su estudio “El Coleccionista y su Tesoro”, deja de manifiesto que el coleccionismo es una “actividad muy ligada a la naturaleza social del hombre”.

Uno de cada 3 americanos son coleccionistas. Esto indica que el nivel de fanatismo por coleccionar objetos es mucho más común de lo que varios imaginan. La gran mayoría de estos aficionados están dispuestos a gastar grandes sumas de dinero con el único objetivo de poder agregar a la lista un nuevo objeto de colección.

Las nuevas tecnologías han sido una herramienta esencial para este tipo de ‘afición’. El internet es una vía simple y cómoda para comprar artículos de colección, la cual crece gracias a sitios de compra y venta como eBay, uno de los sitios de comercio más grande del mundo y que en sus inicios se dedicaba reunir a coleccionistas para que encontraran personas con interese similares y pudieran intercambiar productos.

Como el coleccionismo depende de los gustos de cada persona, hay algunos que se enfocan en un aspecto específico, mientras que otros prefieren centrarse en colecciones mucho más amplias. Quienes prefieren completar sus colecciones se les conoce como “completistas” y son aquellos que como su nombre lo dice, intentan completar las colecciones en el sentido de tener una muestra de cada uno de los artículos que se reúnen. Muchos, luego de terminar una colección, pueden renunciar a esta afición o simplemente comenzar una nueva.

Según el sitio web español “Calameo”, la elección del tipo de coleccionismo viene determinado por la afición y el desarrollo cultural de cada persona, pero en todo caso, siempre existen reglas básicas a tener en cuenta:

1) Amar lo que uno colecciona.
2) Especializarse.
3) Saber del tema.
4) Contar con el espacio adecuado.
5) Poseer medios económicos.
6) Aprender y documentarse.
7) Ver mucho del tema.
8) Formar parte de algún club de coleccionistas.
9) Seleccionar y clasificar.
10) Exponer y compartir

Los tipos de elementos a coleccionar son muy variados. Se pueden reunir desde cajas de fósforos hasta armas de fuego.

Sin embargo, hay que destacar que siempre y en todo ámbito de cosas, hay objetos ambiguos y asombrosos que se pueden coleccionar.
Así lo demuestran las siguientes colecciones, que según el sitio oficial de Récord Guinness, ya forman parte de las “Colecciones más raras del mundo”.

10) Cámaras de video: Dimitris Pistiolas de Atenas posee la más grande colección privada del mundo de cámaras de cine. Tiene a su haber 937 modelos vintage y proyectores.

9) Muñecos de Santa Claus: Sharon Badgley, posee una colección que consta de 6.000 muñecos de Santa Claus (Viejo Pascuero).

8) Muñecos Pokemón: Lisa Courtney, de Reino Unido tiene una habitación con 14. 410 peluches y muñecos relacionados con la serie Pokemón.

7) Pelos de celebridades: John Reznikoff de Estados Unidos, colecciona cabellos que van de Abraham Lincoln, Edgar Allan Poe, Albert Einstein hasta Marilyn Monroe.

6) Patos de goma: Charlotte Lee de Huntington Beack, Estados Unidos, tiene alrededor de 6000 patos de goma, los cuales colecciona desde 1996.

5) View-Master (bobinas): Mary Ann de Cincinnati, Ohio, tiene 40.000 en su colección privada.

4) Trolls: Sophie Cross de Reino Unido tiene 633 ejemplares de este pequeño muñeco.

3) Bolas de nieve: Josef Cardinal de Alemania, posee la colección más grande de bolas de nieve con más de 8.000 ejemplares.

2) Bolsas de Mareo: Niek Vermeulen de Holanda posee 6.016 bolsas aéreas de mareo de 1.142 diferentes aerolíneas en más de 60 países.

1) Conos de Tránsito: David Morgan del Reino Unido tiene una colección de 137 conos de tránsito diferentes.