El amante de la saga “El Crepúsculo”, Robert Pattinson, rompió con su imagen de vampiro seductor al interpretar a un multimillonario que recorre Nueva York en su limusina, viviendo situaciones límites en “Cosmopolis”, de David Cronenberg, en liza por la Palma de Oro de Cannes.

El británico de 26 años, uno de los actores mejor pagados de Hollywood, está presente en cada escena de la película del realizador canadiense, que fue proyectada el viernes en el 65º Festival de Cannes, cuando faltan sólo dos días para la clausura y el anuncio de los premios.

El filme -uno de los 22 largometrajes en concurso en Cannes- es una adaptación de la novela del escritor estadounidense Don DeLillo, publicada en el 2003 pero que Cronenberg juzga premonitoria, al evocar la crisis del capitalismo, rapaz y fuera de control.

“Cosmopolis” retrata un día en la vida de Eric Packer, un “chico dorado” de Wall Street, arrogante y cínico, que recorre las calles de Nueva York para ir a su peluquero, en el barrio donde creció, un día en el que el presidente de Estados Unidos está en la ciudad.

Su viaje, que tiene como telón de fondo la crisis financiera y las protestas anticapitalistas -algunas escenas del filme fueron rodadas durante las manifestaciones “Occupy Wall Street”-, se vuelve una odisea, en la que Packer se cruza con sus fantasmas y con personajes como el interpretado por la galardonada actriz francesa Juliette Binoche, que hace una fugaz aparición.

“Toda la jornada del protagonista es una búsqueda de liberación. El está preso en su propia limusina, tratando de escapar de su vida”, explicó Cronenberg a reporteros, tras el pase de prensa del filme.

El actor, que subirá con el equipo del filme las escalinatas del Palacio de Festivales el viernes por la noche, para el estreno mundial de “Cosmopolis”, subrayó que para interpretar a Parker se había dejado llevar por el “lirismo y el ritmo de los diálogos” del guión.

“Escribí el guión en sólo seis días”, un récord, “gracias a que la estructura y los diálogos del libro (de DeLillo) son tan fantásticos”, indicó Cronenberg en la conferencia de prensa, en la que estuvo acompañada por el elenco del filme y por el escritor Don DeLillo.

El director resaltó el trabajo del joven actor, ídolo de millones de adolescentes, que adquiere profundidad y cambia totalmente de registro para este filme, en el que actúan también Paul Giamatti, Sarah Gadon, Samantha Morton y los franceses Juliette Binoche y Mathieu Amalric.

Cronenberg, con unos 20 filmes en sus espaldas, filmó muy cerca al actor, que casi nunca sale de su limusina, que es el universo que ha construido, para manejar el mundo a su manera… hasta que apuesta por la devaluación del yuan, la moneda china, y se equivoca, y decide destruir todo lo que ha edificado.

“Para mí, la esencia del cine son los rostros hablando, no son los grandes espacios, los paisajes como el cañón del Colorado”, explicó Cronenberg, subrayando que en los últimos 22 minutos de la película había resumido lo que para él es “esencial” en el cine: “una persona hablando”.

Los últimos 22 minutos de “Cosmopolis” muestran un largo diálogo, filmado en primeros planos, en los que Packer viaja hacia su destrucción. Así también termina el libro de DeLillo.

Esta no es la primera vez que el realizador de películas como “Una historia de violencia” lleva a la pantalla una obra literaria: lo hizo con “El Almuerzo desnudo”, del estadounidense William S. Burrough, y “Crash”, de James Ballard.