El presidente peruano, Ollanta Humala, abogó este viernes por el diálogo para solucionar conflictos mineros y evitar muertes, al advertir que no se pueden contaminar las demandas sociales con posiciones intransigentes y violentistas.

“Lo último que queremos es que haya pérdida de vidas, de lo que se trata es de dialogar y si se puede, se ayuda”, dijo el mandatario a Panamericana TV de Lima.

Al menos siete personas resultaron heridas el jueves en un enfrentamiento entre pobladores y policías en la provincia de Espinar, en la surandina región de Cusco en una huelga contra la minera cuprífera Xstrata Tintaya, de capitales suizos.

En el norte de Perú los pobladores de la región andina de Cajamarca preparan para la próxima semana una marcha y una huelga por tiempo indefinido en rechazo al proyecto Conga, de la estadounidense Newmont, para extraer oro y cobre.

Ambas empresas son acusadas de contaminar fuentes de agua regionales y de causar graves daños al medio ambiente, según organizaciones sociales de Cusco y Cajamarca, denuncia que es respaldada por organizaciones ecologistas.

En respuesta a esas demandas, Humala manifestó que “lo que no podemos es contaminar el agua con ideologías, con exacerbaciones” y subrayó que en la protesta de Espinar “hay grupos que tienen una posición intransigente y violentista tratando de llevar un petitorio que en principio es extremista”.

El gobierno designó una comisión multisectorial que viajó a Cusco para entablar negociaciones con los líderes de la protesta y poner fin a la huelga regional que se inició el lunes. Las conversaciones se realizarían en una zona de Cusco que ofrezca garantías a ambas partes, según el mandatario.

Humala admitió que hay una deuda histórica con las poblaciones donde operan las empresas mineras y que esa deuda “debe resolverla el Estado más que la empresa”.

El Estado, añadió, está exigiendo a las empresas “mejores estándares de calidad en su trabajo y nosotros vamos a tener que poner carreteras, reservorios de agua y resolver problemas de calidad de vida que nunca se han hecho”.

Sobre el proyecto Conga, el jefe de Estado refirió que no se pueden desconocer los compromisos asumidos por el gobierno anterior que aprobó el estudio de impacto ambiental (EIA) de ese proyecto, que es rechazado por un sector de la población en Cajamarca. “No puedo patear el tablero”, dijo.

Newmont proyecta invertir 4.800 millones de dólares en Conga.

“Lo que sí puedo es obtener de estas grandes empresas, que históricamente no aportaron mucho al pueblo, un trato justo y llevar el desarrollo a esas zonas”, dijo.