La Iglesia Católica pidió este viernes al presidente cubano, Raúl Castro, con el que dialoga desde hace dos años, que garantice los derechos de las minorías “políticas, culturales o religiosas” de la isla.

Las autoridades deben “prestar mayor atención a las minorías, sean políticas, culturales o religiosas, no ignorarlas y garantizarles sus derechos”, dijo Orlando Márquez, un laico que es portavoz del arzobispado de La Habana y director de la revista católica Palabra Nueva, en un artículo publicado en el sitio web de la publicación.

El gobierno comunista también debe “continuar de modo aún más decidido las reformas (económicas), cada vez con más transparencia y haciendo partícipes a los ciudadanos de las metas concebidas”, añadió el portavoz del arzobispado, que dirige el cardenal Jaime Ortega.

En Cuba todos los grupos opositores son ilegales y el gobierno los acusa de ser “mercenarios” de Estados Unidos, por lo que jamás atiende sus demandas.

Raúl Castro, que sustituyó a su hermano Fidel en el mando en 2006, emprendió reformas para “actualizar” el agotado modelo económico de corte soviético de la isla e instaló en mayo de 2010 un diálogo con la Iglesia, que condujo a la excarcelación de 130 presos políticos y abrió mayor espacio a la Iglesia en la sociedad, aunque no a una apertura política.

Márquez pidió a los opositores que “asuman en toda su magnitud y alcance la acción pacífica, que implica también abandonar la violencia verbal, la descalificación y el desprecio” y que “actúen siempre con transparencia y absoluta independencia”.

También les pidió “acompañar la crítica de los males sociales con propuestas alternativas viables, y valorar lo positivo que existe en la sociedad cubana”, considerando “que un número no despreciable de cubanos continúa, y continuará, dando su apoyo al gobierno actual, aunque demande cambios socio-económicos que mejoren su calidad de vida”.

“Cuba no necesita otra revolución, en todo caso necesitaría la revolución de la revolución”, señaló Márquez, quien expuso estas propuestas el jueves en el Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés) en San Francisco, oeste de Estados Unidos.

En el encuentro de LASA también participa la sexóloga Mariela Castro, hija de Raúl Castro, lo que irritó al exilio anticastrista, que fustiga al cardenal Ortega por dialogar con el gobierno cubano, a legisladores cubanoamericanos y al virtual candidato presidencial republicano estadounidense, Mitt Romney.