El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este miércoles que el proceso político que lleva adelante en su gobierno desde enero de 2006, de índole nacionalista, izquierdista e indigenista, se quedará de manera definitiva en el poder, o al menos por más de 500 años.

Morales dijo a un grupo de campesinos en un acto realizado en el departamento de Chuquisaca (sureste) que “no hemos llegado al Palacio (de Gobierno) de inquilinos, ni estamos de paso, hemos llegado al Palacio para quedarnos definitivamente, si es posible más de 500 años”.

El presidente alabó también los logros de su gobierno que -según él- arrancaron con la nacionalización de los hidrocarburos mejorando los ingresos de la estatal petrolera YPFB de 300 millones en 2005 a 3.000 millones de dólares previstos para 2012.

Además, la inversión pública presupuestada para 2012 es de 5.000 millones frente a los 600 millones de 2005, un año antes de la nacionalización, abundó.

El mandatario llegó al poder en 2006 con el 54% de los votos y revalidó el cargo cuatro años después, con el 64%, aunque una reciente encuesta de la privada Ipsos de marzo pasado, afirma que su apoyo popular ha caído al 39%.

El principal sostén del régimen son los indígenas y sectores urbano-marginales.

Su descenso de imagen se debió, principalmente, a un intento de subir el precio de los combustibles a fines de 2011 superior a un 80%, y la represión policial el año pasado a un grupo de indígenas que marchó desde la Amazonia hasta La Paz, en rechazo a la construcción de una carretera, según analistas.

Morales aclaró que no piensa eternizarse personalmente en el poder, sino que su proyecto perdurará en el tiempo, con la misma línea política “de dignificar a todos los bolivianos”.

El presidente aspira a un tercer mandato tras las elecciones generales de 2014.