Educadoras del Hogar de Menores Andalién, ubicado en Villa CAP, registran casi dos meses sin el pago de sus salarios. Si bien atienden a niñas del Sename, su trato directo es con la “Corporación de Beneficencia Andalién” que adeuda remuneraciones a una decena de funcionarios.

Sostenedoras de sus propios hogares, trabajan a diario con dedicación máxima para atender a pequeñas de 3 a 18 años. No es cliché que les brillen los ojos por hijos ajenos, sobretodo al recordar que la menor de sus pupilas cumplió los primeros días de mayo los 3 añitos.

Pese al aspecto oscuro de la casona donde laboran, el olor a un rico almuerzo queda en evidencia al momento de visitar la residencia que el Sename licita a diversos interesados, actualmente en dicho proceso de renovación, de momento a cargo de la corporación de beneficencia Andalién.

Once son las trabajadoras que vieron pasar el término de abril sin recibir su salario, y ya ven llegar el final de mayo con el mismo escenario. “No son sueldos de senador el que ganamos, sólo es el mínimo”, asegura María Manríquez, una de las afectadas, mientras Rosa Veloso comenta la situación más íntima de las encargadas del cuidado de niñas vulnerables en Concepción.

Si bien es cierto son dos meses sin recibir sus remuneraciones, han aguantado por las pequeñas, además de recomendaciones legales que emanan de la inspección del trabajo donde ya denunciaron la situación.

La directora de Sename, Verónica Núñez, aseguró que el pago del programa de subvenciones está al día, considerando que la corporación en cuestión cruza proceso de nueva licitación, y los pagos son desfasados, pero existen.

La nueva licitación está en etapa de publicación de bases y no hay impedimiento alguno para que la corporación de beneficencia Andalién repostule. Mientras tanto sus trabajadoras aún esperan que alguien les otorgue una respuesta, una promesa, y el sustento para sus propios hogares.