Siguen las reacciones provocadas por la cuenta pública emitida el lunes por el Presidente de la nación. Para el analista político de la Universidad de Santiago, Bernardo Navarrete, este mensaje “no va a pasar a la historia por marcar un punto de inflexión respecto de cómo enfrentar la segunda parte del mandato presidencial”.

Lo primero, según el académico, es entender el contexto nacional e internacional en el que Piñera llega a dar la cuenta pública este 21 de mayo, que no lo ubica en una posición “muy desfavorable”, ya que La revista The Economist lo calificó de “inepto y arrogante” al tiempo que “en el plano nacional entra al salón plenario con una aprobación de un 24%, la más baja de un presidente en la historia desde que hay encuestas”.

Para el analista político de la estatal, el objetivo que habría buscado el mandatario y sus asesores en esta cuenta sería aumentar la confianza en la figura del Presidente, y por ello “todas las medidas anunciadas están direccionadas a aquel sector que más distancia y menos credibilidad tiene hacia él, esto es los más pobres. En ese escenario, dejó de lado a la clase media”, advierte Navarrete.

Otro de los temas analizados fue la petición de perdón que hizo el jefe de Estado, la que según Navarrete sería una respuesta a la crítica realizada por The Economist. Con este gesto, se utilizó una vieja frase en política “He escuchado al pueblo”, señala el profesional.

Bernardo Navarrete advierte que para pedir perdón, hay que ser muy cuidadoso, pues “los chilenos no estamos acostumbrados a este tipo de frases, por lo demás, la asociamos a la transición, cuando Patricio Aylwin pide perdón después del Informe Rettig”. Para el académico, el gesto de pedir perdón “fue innecesario”.