Un estudio de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) publicado la semana pasada indicó que consumir demasiado azúcar puede echar a perder la capacidad intelectual de las personas. Esto tras descubrir cómo una dieta rica en almíbar de maíz alto en fructosa mermó los recuerdos de las ratas de laboratorio.

Pero éste no es el único alimento que puede generar este efecto. Hay estudios que demuestran que otras comidas también pueden mermar o dañar nuestra actividad cerebral.

1. Carnes rojas y mantequilla.

Una dieta alta en grasas saturadas puede dañar la función cerebral, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Annals of Neurology.

Los investigadores analizaron los hábitos alimenticios y el funcionamiento del cerebro de 6.000 mujeres por cerca 4 años, descubriendo que aquellas que consumían más grasa saturada obtenían calificaciones más bajas en las pruebas de función cerebral y memoria.

Por otro lado, las que comieron más grasas monoinsaturadas (presente en alimentos como aceite de oliva y palta) tuvieron una mayor puntuación.

Esto no quiere decir que debes eliminar para siempre de tu dieta todos los alimentos con grasas saturadas, sino que elegir las versiones bajas en grasa, o sin ésta. Por ejemplo, prefiere quesos y yogur bajos en grasa.

Evita las carnes procesadas, como tocino y elige los cortes magros. Obtén proteínas de fuentes vegetales, como la soja y las legumbres.

2. Comida chatarra

Un estudio británico realizado en 2011 a cerca de 4.000 niños, demostró que aquellos que comen principalmente chatarra a los 3 años, tuvieron una pequeña caída en su coeficiente intelectual a los 8, en comparación con quienes llevaban una dieta más sana.

De acuerdo a la investigación publicada en revista Time, la comida chatarra parece afectar las “habilidades verbales” de los niños.

En este sentido, el sondeo sugiere que es especialmente importante que los niños lleven una dieta saludable durante sus primeros años de vida. Muchas veces es complicado que los niños coman ciertos alimentos, pero recuerda que los pequeños deben exponerse al menos 12 veces a una comida para que les guste.

Dale a tus hijos yogur y queso, en lugar de golosinas.

3. Dietas bajas en carbohidratos

Un pequeño estudio de la Universidad Tufts, aplicado a 19 mujeres de entre 22 y 55 años demostró que cuando se eliminan los carbohidratos de la dieta, se ve un descenso gradual en las habilidades cognitivas, especialmente en la memoria.

Es importante tener en cuenta que los carbohidratos no son malos, como popularmente se piensa, pues el cuerpo los necesita para muchas funciones importantes, incluyendo algunas en el cerebro. Así que evita esas dietas que eliminan o restringen severamente estos. Para ingerir menos calorías puedes optar por versiones saludables como pasta, arroz o pan integral.

4. Chicle

Un reciente estudio británico publicado en el Quarterly Journal of Experimental Psychology demostró que mascar chicle durante ejercicios de memorización hace recordar menos en el corto plazo.

Esta investigación contradice otras que aseguraban que el chicle era bueno para la concentración.