El británico Ken Loach, ganador de la Palma de Oro en 2006 con “El viento que agita la cebada”, regresó a Cannes el martes con “The angel’s share”, una comedia sobre un joven ex delincuente que trata de rehacer su vida tras iniciarse al arte de catar whisky.

Con “La parte de los ángeles”, que habla de la dificultad para los jóvenes de hacerse un lugar al sol en una Europa devastada por el desempleo, Loach, de 76 años, ha entrado en la historia del Festival de Cannes, al presentar su 11ª película en concurso.

El cineasta, que sitúa la película en el oscuro y lluvioso Glasgow -cuyo cielo plomizo se parece al que cubre Cannes desde hace días- y en las hermosas colinas de Escocia, expresó en Cannes su cólera, su dolor y compasión por una generación de jóvenes “que han sido olvidados por la sociedad”.

“La sociedad ha olvidado a los jóvenes”, los ha excluido “con un sistema que está destruyendo nuestras vidas”, lamentó el realizador, que con este filme explora una vez más el universo de los perdedores.

A fines del año 2011 el número de jóvenes desempleados en Inglaterra superó la cifra del millón, por primera vez. “Y en estos momentos hay en Europa 75 millones de personas desempleadas”, recordó.

Pero de esa sombría realidad, el veterano director hace una comedia deliciosa, que destila optimismo y gozo de vivir.

Su película es una fábula realista sobre la juventud de hoy, víctima de la crisis económica y social y también, a sus ojos, de los malos gobiernos. Pero es la única película de las más de 11 que han sido proyectadas hasta hoy en el certamen oficial de Cannes que ha arrancado carcajadas a la sala.

“Hemos tratado de contar una historia de hoy, con honestidad. Pero la realidad tiene también esos momentos de comedia, humor, travesura”, señaló el autor de películas tan inolvidables como “Mi nombre es Joe”.

El filme retrata a un grupo de jóvenes con pasado delincuencial y sin perspectivas, cuya vida cambia cuando uno de ellos, Robbie, un joven destinado a ser un perdedor, es condenado a una pena de trabajo social y descubre el arte de catar el whisky.

Ello le permitirá al joven organizar una estafa y luego encontrar un empleo, en el universo especial del whisky, con lo que logra escapar de su sórdido destino y sacar adelante a su esposa y pequeño hijo.

“Queríamos presentar esa realidad de una manera que hiciera también sonreír”, dijo Loach, cuya cinta tiene el tono divertido y emotivo de su filme anterior, “Looking for Eric”, muy lejos de la contundente y sombría “Route Irish”, que presentó hace dos años en Cannes en concurso por la Palma de Oro.

El excelente guión de esta comedia social es de Paul Laverty, que ha colaborado en numerosas películas con Loach, entre ellas “Carla’s Song”, que transcurre en Nicaragua y Escocia.

Robbie es interpretado por Paul Brannigan, un joven escocés desempleado y con una historia muy similiar al personaje de la película. Su vida no tenía muchas perspectivas cuando Loach y Paul Laverty le ofrecieron el papel, y “me cambiaron la vida”, confió el joven en la rueda de prensa.

Con la de Loach, el público y la crítica del 65º Festival de Cannes ha visto ya prácticamente la mitad de las 22 películas que compiten por el gran premio, entre ellas “Killing Them Softly”, del australiano Andrew Dominik, en el que la estrella estadounidense Brad Pitt interpreta a un sicario que aspira a “matar suavemente”.

Pitt, de 48 años, con traje claro, anteojos oscuros, perilla y su cabellera rubia suelta hasta los hombros, atrajo los reflectores de Cannes, adonde llegó sin su prometida Angelina Jolie, que no pudo venir a este balneario de la Costa Azul francesa porque está “preparando su nuevo filme”.

Además de interpretar a un asesino a sueldo, Pitt es el productor de esta película ultraviolenta, que narra un ajuste de cuentas entre mafiosos, con la crisis financiera como telón de fondo, así como la pasada contienda electoral en Estados Unidos, que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca.

Esa película es uno de los cuatro largometrajes estadounidenses en concurso por la Palma de Oro, que será anunciada el 27 de mayo, en la velada de clausura del Festival.