Normalmente cuando se habla de actividad física beneficiosa para la salud se apunta a métodos tradicionales en la sociedad como trotar, jugar fútbol o simplemente pasar unas horas en el gimnasio, pero hay muchas formas de realizar ejercicio corporal, entre ellas la ejecución de la música.

Por lo general se da el cliché de asimilar a los músicos con la vida bohemia y sedentaria, incluso en algunos casos los extremos y el desenfreno, pero muchas veces no se toma en cuenta que las virtudes físicas si están presentes, en especial en los bateristas, quienes se encargan de marcar el paso y matizar las melodías con un sinnúmero de elementos rítmicos.

Según un estudio realizado en 2008, en el que se utilizó como sujeto de prueba al baterista de Blondie, Clem Burke, se descubrió que tocar durante una hora y media puede aumentar el ritmo cardíaco a 190 latidos por minuto, lo que se traduce en la necesidad de una gran resistencia física por parte de los encargados de las percusiones.

De hecho el esfuerzo físico y mental requeridos para ejecutar una canción de ritmo veloz y variado es alto, a tal nivel que iguala al esfuerzo de un futbolista profesional moviéndose por la cancha.

Lo anterior fue constatado por el encargado de la investigación, Marcus Smith, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Chichester en Inglaterra.

Smith dio a conocer que el gasto calórico de un batero puede llegar a las 400 y 600 calorías por hora, al igual que los maestros del balonpié, pero con la diferencia de que el futbolista sólo ejerce el esfuerzo unas 2 veces por semana, mientras que el músico lo hace en cada concierto y ensayo, lo que en el caso de un profesional se puede traducir en hasta 20 presentaciones en un mes.

Los datos de dicho estudio fueron recopilados midiendo el ritmo cardíaco, consumo de oxigeno, y niveles de ácido láctico en la sangre.

Es así como comparando la velocidad y duración de los ritmos se puede hablar de un mayor esfuerzo en el caso de los bateros de rock pesado, que acostumbran a utilizar una velocidad de ejecución musical (Tempo) en Allegro o superior. El hard rock fácilmente puede llegar 140 golpes BPM (Pulsos Por Minuto), pero en el speed metal y black metal incluso alcanza el Tempo Prestissimo, es decir superior a los 200 bpm.

A esto se le puede sumar la complejidad de los ritmos, que además requieren una mayor coordinación y movimiento corporal, como se aprecia en las canciones de bandas como Rush o Dream Theater.

Pero esto no se cierra sólo al rock, ya que se puede apreciar ya sea en el Jazz, Fusión y Pop entre muchos otros que utilizan a la batería como parte fundamental de las composiciones.

Algunos ejemplos de bateristas que demuestran su resistencia son el veterano Neil Peart (Rush), Dennis Chambers, Gene Hoglan, Pete Sandoval (Morbid Angel), Jimmy Chamberlin (ex Smashing Pumpkins), Shannon Larkin (Godsmack) o el versatil Thomas Lang, entre muchos otros.

Ya lo sabes, si no eres adicto al fútbol ni a pasar horas en el gimnasio y el rock es lo que te hace levantarte del sillón, puedes practicar unas horas de batería, mejorando la resistencia, la coordinación en incluso el estado anímico tras liberar un poco de estrés golpeando las percusiones.

Thomas Lang

http://www.youtube.com/watch?v=JWc2tu6Np_8