La empresa estadounidense SpaceX, se prepara para emprender el sábado el primer vuelo privado a la Estación Espacial Internacional (ISS), una hazaña que sólo unos pocos gobiernos del mundo han logrado y que marcará el comienzo de una nueva era para el transporte espacial.

El lanzamiento de la cápsula Dragon, propulsada por el cohete Falcon 9 de SpaceX y no tripulada, está previsto para el sábado 19 a las 04:55 locales (misma hora en Chile) desde la base de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, Florida (sureste), cerca del Centro Espacial Kennedy de la NASA.

Si no es posible efectuar el lanzamiento el sábado, SpaceX hará un segundo intento el martes 22 de mayo.

Después de tres aplazamientos desde febrero, SpaceX y la NASA finalmente declararon estar listos para lanzar Dragon tras completas revisiones de software para asegurarse de que no representa ningún peligro para la ISS y para garantizar el éxito del acoplamiento programado para el 22 de mayo.

Dos semanas después, una vez completada la misión, Dragon se desacoplará para regresar a la Tierra. Su amerizaje está programado en el Océano Pacífico frente a las costas de California (oeste).

El fundador y propietario de SpaceX, Elon Musk, un multimillonario que hizo su fortuna en internet con la firma PayPal, reconoció a principios de mayo en una entrevista con la AFP estar un poco nervioso por este primer vuelo.

“Por lo general duermo bien antes de un lanzamiento (…) pero no, esta vez no duermo bien”, agregó, riendo.

Sin embargo este estadounidense de 40 años nacido en Sudáfrica, dijo que tanto SpaceX como la NASA tienen confianza en la misión.

Dragon -que pesa unas seis toneladas y mide 5,9 metros de alto y 3,6 metros de diámetro- será la primera nave espacial privada en atracar en la ISS.

Dragon hará las mismas maniobras de acercamiento a la ISS que las naves espaciales de carga automática ATV europea y HTV japonesa.

Efectuará un sobrevuelo de la ISS a una distancia de 2,5 km y luego se acercará, tras lo cual los astronautas a bordo de la estación orbital usarán el brazo robótico para proceder al acoplamiento.

“La atención generada por esta misión crea grandes expectativas y este es solo un vuelo de prueba, pero las consecuencias de una falla pueden ser graves”, opinó John Logsdon, experto en política espacial de la Universidad George Washington y cercano a la NASA.

“La NASA hace una gran apuesta en el éxito de SpaceX” porque cuenta con el sector privado para realizar acuerdos de colaboración con el que tomar el relevo de los transbordarores retirados en julio de 2011, para poder transportar carga con menor costo a la ISS y posteriormente a astronautas, alrededor del 2015.

Estados Unidos depende por el momento exclusivamente de los Soyouz rusos para trasladar a sus astronautas al laboratorio orbital, al precio de 50 millones de dólares por plaza.

Para la carga, la ISS depende de la nave espacial rusa Progress, la europea ATV y japonesa HTV, que no pueden volver de la atmósfera.

Dragon, que es capaz de transportar hasta seis toneladas a la ISS, cuenta con la ventaja de que puede devolver a la Tierra hasta tres toneladas, lo que abarata el coste, puesto que es reutilizable.

Según los términos del contrato establecido con la NASA por un costo de 1.600 millones de dólares, SpaceX efectuará doce misiones de transporte de material a la ISS en cuatro años.

La NASA mantiene igualmente un contrato de 1.900 millones de dólares con Orbital Science Copr, para ocho misiones de abastecimiento a la ISS, cuyo lanzador Antares y cápsula Cygnus deberían comenzar las operaciones por primera vez este verano u otoño.

Si el vuelo de demostración de Dragon es un éxito, Elon Musk afirma que la primera misión de carga se realizaría este verano boreal.

“Sé que es factible y pienso que somos un ejemplo de que a veces los más pequeños ganan”, declaró a la AFP, en alusión a grandes empresas del sector como Boeing.