El fútbol latinoamericano tendrá este sábado, en la final de la Liga de Campeones, una representación limitada a los jugadores brasileños de ambos equipos, donde incluso habrá bajas significativas ya que dos son baja por suspensión, Ramires (Chelsea) y Luiz Gustavo (Bayern).

Los dos estuvieron con el equipo en las semifinales y vieron una tarjeta amarilla en el partido de vuelta, que supuso su tercera en lo que va de torneo y por lo tanto una sanción para no poder jugar la final.

Ramires incluso había tenido un papel destacado, consiguiendo un gol en el Barcelona-Chelsea, el 2-1 provisional tras la ventaja de los españoles por 2-0, en un partido que terminó con empate 2-2 y que permitió el pase de los ingleses a su segunda final de esta competición.

A pesar de no poder jugar la final, ambos podrían ser oficialmente campeones de Europa este sábado por la noche en el estadio Allianz Arena muniqués, al igual que David Luiz (Chelsea) y Rafinha o Breno (Bayern de Múnich), los otros brasileños de los planteles finalistas.

Entre ellos destaca especialmente el nombre de David Luiz, uno de los hombres importantes de la defensa de los ‘Blues’, y que ha estado recuperándose contrarreloj, con el objetivo de poder estar finalmente en la final, aunque su estado de forma preocupará hasta el último momento a su equipo.

“Han estado lesionados tres o cuatro semanas, no tres o cuatro meses. Tenemos que forzarlos todo lo que podamos”, comentó al principio de la semana el entrenador Roberto Di Matteo, en alusión a David Luiz y a otro jugador en duda, Gary Cahill.

Ambos estuvieron entre las bajas sensibles del equipo en el último partido importante del Chelsea, la final de la Copa de Inglaterra de hace dos semanas, y fueron además reservados el pasado domingo en el último encuentro en la Premier League, siempre pensando en su recuperación para la final de Múnich.

David Luiz, internacional brasileño y que llegó al Chelsea en 2011 procedente del Benfica portugués, ya apuntó esa Copa inglesa al palmarés y se ha mostrado ilusionado con poder ser campeón de Europa a los 25 años, en lo que sería el mayor éxito hasta el momento de su prometedora carrera.

“La Liga de Campeones es una gran competición, sería muy importante para mí y para el equipo poder conseguir ese trofeo”, apuntó ante la perspectiva de poder llevar el trofeo a Londres.

En el caso de Rafinha y Breno, su participación ha sido más secundaria este año en el Bayern, aunque ello no impedirá que sumen el título a su palmarés si los alemanes son campeones.

Para Breno sería un final feliz a un año de pesadilla, marcado por las lesiones, que le han hecho perderse esta parte final de la temporada, y por su implicación en el extraño incendio que devastó su casa de Múnich, en principio provocado por el propio jugador, según datos de la investigación.

Brasil ya tuvo su cuota de protagonismo la pasada temporada en el equipo campeón, el Barcelona, donde Dani Alves, Adriano y Maxwell, éste último actualmente en el París Saint Germain, pudieron participar en la celebración de los azulgranas en el londinense Wembley.

El pase a la final de Bayern y Chelsea, en vez de los españoles Real Madrid y Barça, sus víctimas de las semifinales, redujo considerablemente la representación latinoamericana en el último partido, ya que en el campeón español juegan hombres como los brasileños Kaká y Marcelo, o los argentinos Gonzalo Higuaín y Ángel Di María.

En el caso del Barça, su pase a la final hubiera permitido que los brasileños Alves y Adriano aspiraran a un nuevo título, como los argentinos Lionel Messi y Javier Mascherano, mientras que el chileno Alexis Sánchez hubiera sido otra presencia destacada del fútbol latinoamericano, pero todos tendrán que esperar.