El gobierno de Colombia aseguró al de Francia su disposición a facilitar la entrega del periodista francés Roméo Langlois, en poder de la guerrilla FARC desde el pasado 28 de abril, anunció este martes el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta de Twitter.

“A través de la Cancillería informamos al gobierno de Francia nuestra disposición para facilitar liberación del periodista Roméo Langlois”, escribió Santos en ese mensaje, que la presidencia colombiana confirmó.

Hasta ahora, la cancillería francesa no ha hecho declaraciones sobre el asunto.

Langlois, de 35 años, cayó en poder de las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en medio de un combate, cuando se desplazaba con una patrulla militar en el departamento de Caquetá para realizar un reportaje para la televisora France 24.

El reportero resultó herido en el brazo izquierdo y se entregó a los guerrilleros, identificándose como civil, según testimonios de soldados que le acompañaban.

Las FARC anunciaron que entregarán al periodista a una misión humanitaria integrada por delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la ex senadora y mediadora colombiana Piedad Córdoba y un representante del nuevo presidente francés, François Hollande.

Córdoba, quien dirige el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz, ha participado en los procesos de liberación de 30 rehenes de las FARC desde 2008. El lunes se declaró lista para recibir a Langlois, aunque dijo que esperaba una respuesta de parte del gobierno de Santos a la propuesta del grupo rebelde.

En esos operativos, en los que también ha participado el CICR, se han utilizado helicópteros suministrados por otros países y se ha acordado un despeje militar en la zona de entrega.

Según el CICR, el proceso para el regreso de Langlois sería mucho más rápido si se realiza por vía fluvial o terrestre en vez de utilizar helicópteros.

Las FARC son la principal guerrilla de Colombia, con más de 45 años de lucha armada y unos 9.200 combatientes. En febrero pasado anunciaron el cese del secuestro de civiles con motivo de extorsión económica, como un gesto para permitir acercamientos con el gobierno.