Hace unos meses hubo gran polémica por el proyecto impulsado por la Ilustre Municipalidad de Santiago para remozar el Parque Forestal, ya aumentaba de manera significativa las áreas pavimentadas (atentando contra su carácter de “parque”). Organizaciones ciudadanas, vecinos y algunos personalidades se hicieron eco, logrando reducir al mínimo los pavimentos.

Lo anterior, sin embargo, impidió ver otros aspectos que hoy se hacen evidentes. Por un lado, en lugar de haber un simple tránsito entre senderos de maicillo y áreas con césped o una separación con una solerilla, se ha puesto una separación clara que “invita” a no entrar en las zonas con pasto.

Esto, en una línea aparentemente “higienista” (en ella prevalece la higiene, los ambientes limpios y con poco uso), claramente va a inducir a usar menos el parque y sus áreas verdes, tanto para jugar, descansar, “pololear”, leer, conversar, etc.

Otro punto, es el cambio en la explanada frente al Museo de Arte Contemporáneo. Del pavimento duro y liso, con dos grandes bancas curvas continuas que permitían múltiples usos (desde ferias del libro, montar parte de una Bienal de Arquitectura, montaje de obras de teatro, la exhibición de cortometrajes a la reunión de artistas callejeros como malabaristas, por poner sólo unos pocos ejemplos), se ha pasado a un adoquinado (que es, en esencia un buen pavimento para vehículos y no para personas, al menos en la forma como están instalados), a cambiar su forma a un rectángulo y a poner bancos aislados, todo lo cual impide o al menos dificulta buena parte de las actividades antes mencionadas.

Esa explanada, que tantas veces sirvió como una extensión para las actividades del MAC ahora parece una especie de “hall” muerto, sólo útil para contemplar su fachada.

Ezio Mosciatti.
Arquitecto.

MAC | Ezio Mosciatti

MAC | Ezio Mosciatti