El Parlamento sudanés rechazó este lunes el llamado de la ONU a una negociación con los rebeldes que operan en su territorio y también prohibió a las asociaciones humanitarias acceder a las zonas controladas por los insurgentes en dos Estados del sur del país.

“Rechazamos las negociaciones” con la rama norte del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM-N), declaró ante la cámara el responsable de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores, Mohammed Al Hasan Al Amin.

El SPLM-N, que opera en los Estados sudaneses de Nilo Azul y de Kordofán del Sur, es un antiguo aliado de los rebeldes que dirigen actualmente Sudán del Sur, independizado del norte desde julio de 2011 tras más de dos décadas de guerra civil (1983-2005).

En una resolución del 2 de mayo, el Consejo de Seguridad de la ONU instó a Jartum y al SPLM-N a negociar un acuerdo, bajo el auspicio de la Unión Africana, para rebajar la tensión que mantienen ambos países, especialmente por el trazado de su frontera común y por el reparto de los ingresos del petróleo.

Los dos vecinos se acusan mutuamente de apoyar a grupos rebeldes que actúan en sus respectivos territorios.

El Parlamento sudanés también rechazó “autorizar el envío de ayuda humanitaria internacional hacia las zonas rebeldes de Nilo Azul y de Kordofán del Sur”, agregó Al-Amin.

Jartum justifica esta decisión por razones de seguridad, el mismo argumento que esgrime para prohibir a los periodistas viajar a esas zonas.