La huelga de hambre lanzada por unos 1.600 presos palestinos podría terminar pronto en caso de una respuesta positiva de las autoridades israelíes a sus reivindicaciones, indicaron este sábado responsables palestinos.

Amin Shoman, jefe del Comité por los Prisioneros Palestinos, advirtió sin embargo que los detenidos podrían intensificar su movimiento sin precedentes, en caso de fracaso de las negociaciones en curso con Israel.

Los huelguistas “dejarán de tomar vitaminas y agua, y pondrán término a las negociaciones con la administración penitenciaria israelí, si la respuesta fuera negativa”, dijo Shoman a la AFP.

Los responsables palestinos esperan que Israel anuncie “en las próximas horas” sus respuestas a las demandas de los huelguistas.

Los prisioneros reclaman la abolición de la incomunicación y de la detención administrativa, que permite la detención sin cargos ni juicio por períodos renovables de seis meses y en forma indefinida, así como la autorización de visitas para los presos oriundos de Gaza.

Según Shoman, las autoridades israelíes deberían facilitar las visitas familiares de Gaza, permitir a los presos de reanudar sus estudios y levantar las medidas de aislamiento contra 17 prisioneros de alta seguridad.

Dos prisioneros palestinos han sido ya sacados de sus células de incomunicación el viernes, indicó.

El portavoz de la administración penitenciaria israelí, dijo a la AFP el sábado que las autoridades habían decidido levantar el aislamiento de dos presos, sin especificar si la decisión ya había sido implementado.

La administración precisó que 1.550 detenidos palestinos se encontraban actualmente en huelga de hambre.

De acuerdo con Ismail Haniyeh, primer ministro de Hamas, en el poder en Gaza, los contactos en curso entre Egipto y el Estado hebreo han permitido “progresos”. “Se trata de un avance importante en cuanto a los reclamos de los presos”, dijo Haniya, quien ha solicitado la intervención de Egipto.

En octubre de 2011, una mediación egipcia permitió un acuerdo entre Hamas e Israel sobre la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, capturado en 2006, a cambio de la liberación por el Estado hebreo de 1027 palestinos.

En un comunicado, el enviado especial del Cuarteto para Medio Oriente, Tony Blair, dijo que estaba “cada vez más preocupado por el deterioro de la salud de los prisioneros palestinos que se encuentran en huelga de hambre en las cárceles israelíes”.

“Esta semana he pedido a los responsables israelíes, de todos los niveles, que tomen todas las medidas necesarias para evitar una tragedia que podría tener graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el terreno”, dijo el emisario del Cuarteto (UE, Estados Unidos, Rusia, ONU).