El tenista Paul Capdeville fue pieza fundamental en la pasada serie de Copa Davis ante Uruguay, que le dio a Chile la clasificación para disputar el repechaje al Grupo Mundial frente a Italia en septiembre.

En diálogo con Jorge Hevia en el tradicional programa “Deportes Más Que Fútbol”, el oriundo de Vitacura se mostró conforme con su desempeño en Montevideo, reconociendo de paso la presión que significa ser la raqueta número uno nacional, teniendo los “fantasmas” de otros destacados tenistas como Fernando González o Marcelo Ríos.

Además, Capdeville reconoció que si bien le ha faltado acercarse a los primeros puestos, aseveró que “soy un tipo profesional. No me han visto divirtiéndome o haciendo cosas que no están ligadas al deporte”.

Respecto al desafío de Chile en Copa Davis y el “tiraje” a las nuevas generaciones, Capdeville se mostró muy crítico pues a su juicio no se ha visto una política gubernamental para uno de los deportes más exitosos a nivel nacional, lo que se replica con el mundo privado, aunque no dejó de lado las responsabilidades dirigenciales especialmente cuando se contó con González, Ríos y Massú en sus mejores momentos.

“Teníamos un equipo de jugadores muy buenos y no se aprovechó” sentenció el capitalino, añadiendo que por mucho tiempo no pudo jugar y mostrarse debido a la confianza que se tenía en Nicolás Massú, pese a que el viñamarino no estaba en el mejor nivel.

“Me sentí “taponeado” porque yo venía jugando muy bien o venía jugando mejor que Nicolás (Massú), y creo que podríamos haber hecho algo más potente”, concluyó a Deportes Más Que Fútbol.

En ese sentido, se mostró crítico con el el manejo que tuvo el ex capitán chileno Hans Gildemeister, quien “separó mucho lo que era Nicolás y Fernando con los demás y había mucha diferencia”, lo que evitó el traspaso de la experiencia a los más jóvenes, tal como ocurrió con Marcelo Ríos.

“El no traspasó nada, se va a llevar todo a la tumba”, indicó Capdeville.

Escucha el programa completo conducido por Jorge Hevia aquí: