Dos hombres con uniforme de la policía afgana mataron a dos soldados de la Fuerza Internacional de la OTAN (ISAF) este sábado en el sur de Afganistán, anunció la ISAF.

“Estamos al corriente del rumor según el cual los autores de los disparos pertenecían a la policía afgana. Pero informes operacionales indican que estos hombres eran insurgentes disfrazados de policías y no policías”, indicó a la AFP un portavoz de la ISAF.

Estas declaraciones contrastan con la versión divulgada por Mohamad Ismail Hotak, un oficial de seguridad de la provincia de Helmand, en el incidente se produjo, según quien los asesinos pertenecían “desde hace un año” al 5º batallón de la policía afgana.

Poco tiempo antes el mismo sábado, Farid Ahmad Farhang, el portavoz de la policía de esta provincia, había declarado que las dos víctimas, “británicas”, murieron a manos de “dos policías afganos en una base militar común del distrito de Nahre Saraj (Helmand)”.

En el momento en el que hablaba con la AFP, Farhang estaba al corriente de un balance menos elevado, de un muerto y un herido británico.

“Un insurgente murió y otro está siendo buscando”, según el portavoz de la ISAF, quien no dio más detalles sobre las circunstancias del incidente ni la nacionalidad de la víctimas.

En 2012 han muerto 22 miembros de la ISAF debido a disparos de las fuerzas afganas en 16 incidentes diferentes.

El tema de la seguridad de los militares extranjeros es clave, cuando las tropas y el personal civil de la OTAN forman a militares, policías y funcionarios en general, que deberán asumir la seguridad y administrar solos Afganistán después de la salida prevista de las tropas de combate de la OTAN a finales de 2014.

La coalición de la OTAN, dirigida por Estados Unidos, que llegó a finales de 2001 para cazar a Osama Ben Laden, tras los atentados del 11 de septiembre, y para derrocar al régimen de los talibanes, en el poder desde 1996, no ha logrado acabar con la resistencia de estos últimos, a pesar de los 130.000 soldados todavía desplegados en el país.

La insurrección lleva una guerrilla particularmente activa en el sur y el este del país, bastiones talibanes, y toma como objetivo las fuerzas gubernamentales, así como las de la ISAF.