4 jóvenes fallecieron de manera casi instantánea producto de una violenta colisión registrada durante la tarde del jueves en el kilómetro 5 de la ruta Q-180, que une Santa Fe y Los Ángeles en la provincia de Bío-Bío.

La colisión entre un vehículo Subaru Legacy con un camión transportador de chip conducido por Robin Neira Espinoza acabó con la vida de los ocupantes del automóvil, que fueron identificados como Gonzalo Quiroz Muñoz de 29 años, José Carlos Troncoso Pasmiño de 19, Francisco Javier Padilla de 26 y Elizabeth Méndez Galdames de 21 años.

Según testigos, el vehículo menor habría traspasado el eje central de la calzada, ya que circulaba a gran velocidad y en zig zag por la pista. Producto de esto, impactó de manera frontal al camión, pese a todas las maniobras que realizó el conductor de este último para evitar el la colisión.

El capitán de Carabineros, Augusto Álvarez, confirmó que producto de la violenta colisión, los 4 ocupantes del auto fallecieron al instante.

Carabineros indicó que manejan diversas teorías, pero destacaron la velocidad en que venía el vehículo que resultó más dañado. Esto, junto a lo resbaladizo del pavimento producto de las intensas lluvias y densas neblinas, serían las causas de la tragedia.

Funcionarios del Servicio Médico Legal se hicieron cargo de los cuerpos, mientras que escenas de dolor se vivieron cuando llegaron los familiares al lugar del accidente y vieron el estado del vehículo, lo que evidencia el impacto del accidente.

En tanto el tránsito a Los Ángeles se mantuvo temporalmente suspendido durante unos 40 minutos con el fin de dar espacio a la acción del personal de emergencia.

En conversación con La Radio, el comisario de Los Ángeles mayor Miguel Ángel Iribarra reiteró el llamado a los conductores a tener máximo cuidado en el camino, dado que la ruta es angosto, cuenta con poca berma y transitan muchos camiones y buses, ya que el camino conecta a Los Ángeles con diversos sectores.

Finalmente, el tránsito quedó totalmente habilitado, tras una ardua tarea de limpieza de parte de la concesionaria, por la mancha de aceite que había quedado en la ruta.