El Senado argentino sancionó el miércoles por unanimidad la ley de “muerte digna” que otorga a los pacientes con cuadros terminales e irreversibles el derecho a rechazar procedimientos para prolongar la vida que produzcan sufrimiento.

La norma, que fue aprobada en el Senado por 54 votos a favor y ninguno en contra, había recibido 142 votos positivos y seis negativos en la Cámara de Diputados en noviembre pasado.

La iniciativa en realidad modifica siete artículos de la ley N° 26.529, de Derechos del Paciente y su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud, aprobada en 2009.

“El paciente que presente una enfermedad irreversible o se encuentre en estadio terminal tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean desproporcionadas en relación a la perspectiva de mejoría o produzcan un sufrimiento desmesurado”, dice la ley.

La norma, que ahora debe ser reglamentada por el Poder Ejecutivo, también garantiza protección legal para los profesionales médicos.

El proyecto abrió un fuerte debate en la sociedad y, aunque logró un amplio apoyo en el Congreso, fue rechazada por la Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina.