Pocos habrían pensando que el simple acto de sortear el orden de las intervenciones previo al primer debate presidencial en México realizado este domingo pudiera causar tanta expectación. Sin embargo la atención no estuvo en los candidatos ni en sus respuestas, sino en la modelo que se ocupó de portar la urna… y su generoso escote.

Y es que la producción del evento, a cargo del Instituto Federal Electoral (IFE) eligió nada menos que a una conejita playboy para tal efecto. Se trata de Julia Orayen, una joven nacida en argentina pero criada en México, y que en 2008 apareció en la mundialmente famosa revista masculina.

Sin embargo el detalle que gatilló el bochorno fue el vestido de Orayen: un traje blanco sobre cuyo amplio escote los propios candidatos no pudieron evitar perder su mirada.

La situación causó tal controversia que el IFE debió pedir disculpas públicas a la ciudadanía, señalando que la productora encargada de la puesta en escena no cumplió su requerimiento de que la asistente usara un vestido “sobrio y formal”.

Por su parte, Orayen salió al paso de la polémica indicando que fue ella misma quien eligió el vestido, pero que nadie había objetado nada durante los ensayos, salvo que cambiara el color de negro a blanco. “Me dijeron nada más del largo, y esta era la única opción de largo que yo tenía”, se defendió.

¿Y qué dijeron los candidatos?

En tanto, los aspirantes a la primera magistratura azteca tuvieron opiniones disímiles respecto del numerito.

El candidato ambientalista, Gabriel Quadri, reconoció que la bella modelo lo dejó “descolocado”. Y cómo no, si la prensa hizo de las suyas fotografiándolo mientras miraba en detalle sus curvas.

“A mí me puso un poco nervioso, es imposible no concentrar tu atención en una mujer tan espectacular como una ‘playmate’. Soy sincero: nunca había estado junto a una ‘playmate’ y la verdad, sí es algo que desconcierta”, indicó al diario mexicano La Nación.

Por el contrario, a la candidata oficialista Josefina Vázquez Mota no le hizo nada de gracia, e incluso dejó entrever que su pudo tratar de una acción premeditada para distraer la atención.

“Estábamos en un debate de calidad a la presidencia y no en otro tipo de encuentro o espectáculo. Me pareció que no estaba acorde a la seriedad, a la importancia que debe tener un debate”, sentenció la abanderada.

Quien sí que lo disfrutó fue el ex ministro de Relaciones Exteriores de México, Jorge Castañeda. “Ya vi la repetición. Reitero: lo mejor, la edecán. No hay pierde”, celebró el anterior secretario de Estado en su Twitter, una vez finalizado el debate.

http://youtu.be/MtYeYimRJCo