La empresa siderúrgica india Jindal advirtió este sábado en un comunicado que se encuentra analizando su continuidad en Bolivia, luego que el gobierno de Evo Morales ejecutara una boleta de garantía por supuesto incumplimiento de contrato.

Jindal opera desde 2007 el Mutún, un megayacimiento de hierro en el sudeste del país, donde debía invertir en una primera fase unos 600 millones de dólares, aunque el gobierno boliviano alega incumplimiento en el plan de inversiones.

Tras la ejecución de la boleta de garantía por 18 millones de dólares, el pasado miércoles, Jindal dijo en un comunicado que “hará defender sus intereses en los ámbitos legales que corresponda”.

El ministro de Minería, Mario Virreira, explicó a su vez a periodistas que “aunque su no renovación (de la boleta) es causal de resolución, hemos hecho conocer a Jindal que si ellos renuevan la garantía de forma inmediata, pueden continuar (operando el proyecto)”.

En caso contrario -dijo Virreira- “estamos obligados a iniciar el trámite de rescisión del contrato”.

Sin embargo, “si Jindal se retira por voluntad propia no ocasionará daño económico al Estado”.

“Sorprende la acción de la ESM (Empresa Siderúrgica del Mutún) de forzar el cobro de la boleta de garantía, siendo que en días previos el ministro de Minería y Metalurgia informó a la prensa y a la opinión publica nacional la decisión de gobierno de extender por 90 días dicha garantía”, protestó Jindal.

La siderúrgica india alega desde el año pasado que el retraso en los planes de inversión está relacionado con que el gobierno no puede asegurar la provisión de gas natural para explotar el cerro Mutún -de 4 a 6 millones de m3 diarios-, por falta de inversiones estatales.