El Ejército de Brasil lanzó una operación militar para aumentar el patrullaje en la Amazonia y combatir el narcotráfico, el contrabando de armas y madera y la minería ilegal en su frontera norte, que limita con cuatro países, informó este viernes el ministerio de Defensa.

La operación ‘Agata 4′ “tiene como objetivo mantener la presencia del Estado brasileño de forma más efectiva. A partir de ahora, las Fuerzas Armadas del país tendrán informaciones sobre esas regiones”, indicó en un comunicado el ministerio de Defensa.

La operación dispone de 8.600 efectivos entre civiles y militares, 11 botes, nueve helicópteros y 27 aviones, y abarca las fronteras con Venezuela, Surinam, Guyana y Guyana Francesa, en un área superior a los 5.000 km2.

El operativo comenzó el 2 de mayo y se extenderá hasta el 17. La presidenta Dilma Rousseff visitará la próxima semana la población de Barcelos (estado de Amazonas, norte) junto al ministro de Defensa Celso Amorim para pasar revista a las maniobras, informó a la AFP un vocero del ministerio desde la Amazonia.

En dos días de operaciones, fueron halladas 10 pistas clandestinas en territorios cercanos a comunidades de indígenas Yanomamis, “usadas para el tráfico de armas, drogas y oro, principalmente” y está previsto que dos de ellas sean dinamitadas la próxima semana, añadió el vocero bajo reserva.

El Ejército informó sobre la operación a los gobiernos vecinos para aclarar que no tiene finalidad hostil y se efectuará únicamente en territorio brasileño.

La semana pasada, Amorim informó que Brasil aumentará la presencia militar en la Amazonía, su “área más vulnerable” en Defensa, con el fin de proteger sus recursos naturales de cualquier acción externa a la región.

“El compromiso de la Defensa con la Amazonía es fundamental. Marina, Fuerza Aérea, todas van a aumentar su presencia en la Amazonía en los próximos años”, afirmó el ministro de Defensa, sin detallar la estrategia.

En operaciones similares a la ‘Agata 4′ realizadas el año pasado en la frontera, Brasil incautó más de 115 toneladas de droga, 534 armas de fuego y detuvo a poco más de 4.000 personas, según datos oficiales.

Brasil tiene 16.000 km de fronteras, 9.000 de ellos fluviales y el resto terrestre. En total, limita con 10 países.