El Gobierno le quitó piso político a las acusaciones vertidas por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ante los alcances de las supuestas irregularidades detectadas en el Servicio de Salud Occidente y que apuntarían, según el secretario de Estado, a una intrincada red de defraudación fiscal y financiamiento de campañas, apuntando sus dardos a la Democracia Cristiana.

En la Moneda el ministro vocero, Andrés Chadwick, aclaró que Mañalich fue instruido para presentar los antecedentes ante la justicia, pero se cuidó de tomar distancia de la arista política, al sostener que desde el Ejecutivo no se quiere insistir en esa apreciación del secretario de Estado, porque lo importante es que sea investigada la irregularidad que se detectó.

“Con la actuación de él, al llevar todos los antecedentes ante la Fiscalía y ante la Contraloría, ha cumplido con las instrucciones que se le ha dado por parte del Gobierno, para efectos de que se hagan las investigaciones correspondientes y, con respecto a sus declaraciones de aristas políticas o de eventuales dirigentes, el ministro Mañalich ha entregado todos los antecedentes a la Fiscalía y está completamente disponible para conversar, cuando lo estime conveniente el presidente de la Democracia Cristiana, el senador (Ignacio) Walker, para poder explicarle a él la razón de sus dichos o bien que pueda tener los antecedentes que se han entregado a la Fiscalía”, puntualizó Chadwick.

Al pedírsele la opinión de cuál es el respaldo que La Moneda da a la denuncia del titular de Salud, Chadwick reafirmó: “El Gobierno respalda los antecedentes que ha entregado el ministro Mañalich sobre irregularidades que se han observado por el Ministerio de Salud en áreas o servicios de salud, eso es lo fundamental, eso es para nosotros lo central (…), es una exigencia de la ley, el hecho de que cuando se observan irregularidades ellas deben ser inmediatamente presentadas al Ministerio Público y a la Controlaría General de la República (…), sobre posibles o supuestas injerencias políticas, el ministro Mañalich sabe que eso tiene que entregarlo a la Fiscalía y -al mismo tiempo- él está dispuesto a recibir al presidente de la DC”, insistió el portavoz de palacio.

En el oficialismo si bien creen que el proceder del ministro de Salud fue un “descriterio” al hacer vinculaciones políticas que no se han corroborado, esto no lo reconocen públicamente, en medio de la labor del Gobierno por lograr algunos entendimientos, en particular con sectores de la DC, para facilitar el trámite legislativo de algunos proyectos clave en el Congreso, como es la reforma tributaria y que fracasarían ante la confrontación que se ha desatado ante las recriminaciones de la dirigencia democratacristiana.

Sin embargo, el presidente de la UDI, diputado Patricio Melero, intentó mitigar el impacto político en el actual escenario.

“Yo creo que hay que separar las situaciones. Los dichos del ministro los tendrá que explicar él mismo y los declarará en los tribunales de justicia, pero otra cosa es la votación de una reforma tributaria que va destinada a la educación de los estudiantes y en beneficio de los padres, sobre todo de rebajar los impuestos a las personas”.

A juicio del timonel del gremialismo, diferencias políticas y confrontaciones siempre existirán, pero aguarda que en esta ocasión haya criterio para diferenciar las situaciones.

“Yo espero que no se confundan los planos. Contingencia política y diferencias va a haber siempre, creo que hay que tener la capacidad -por el bien del país- de separar los temas”, concluyó Melero.