En la Región del Bío-Bío, durante la celebración del ‘Día del Trabajador’, la Iglesia Católica llamó a la sociedad y sus gobernantes a preocuparse del salario y del empleo digno, para acortar las “brechas acrecentadas como nunca en el país”. En tanto, las autoridades locales comprometieron esfuerzos en ese sentido, pero sin pronunciarse realmente respecto del aumento del sueldo mínimo.

La misa de los trabajadores en Concepción apuntó a mejorar las condiciones del mundo laboral, según el mensaje emitido por el arzobispo Fernando Chomalí, quien llamó a priorizar la ética por sobre la técnica, y más aún -aseguró- que no basta procurar más puestos de empleo, sino buenas plazas.

Chomalí coincidió con los trabajadores organizados del país, y exclamó por un aumento en el sueldo mínimo.

A su vez, se dirigió al Gobierno para procurar una reforma tributaria que apunte a los que más lo necesitan.

En la misa habitual del primero de mayo el Intendente del Bío-Bío, Víctor Lobos, recogió el mensaje, pero se limitó a reiterar las políticas del Ejecutivo en el marco del trabajo.

Además, aprobó la necesidad de discutir en términos técnicos el sueldo mínimo, pero reconoció que se corre el riesgo de los reemplazos de trabajadores por mayor tecnología.

Otro de los desafíos planteados por la Iglesia Católica, tiene relación con los 700 mil jóvenes entre 18 y 28 años que no estudia ni trabaja, la riqueza de Chile según Chomalí, quien finalizó con un llamado a los empresarios a cuidar a sus trabajadores, verlos y convertirlos en socios.