El Fondo Monetario Internacional (FMI) rechazó el martes una solicitud de un grupo de presión estadounidense, que le pedía terminar su relación con el banco central de Teherán, para aunarse a las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa contra Irán.

El FMI dijo que su relación con el Banco Markazi únicamente se refiere a la pertenencia de Irán a la institución, y que esto no viola las sanciones contra Teherán para impedirle desarrollar armas nucleares.

El grupo United Against Nuclear Iran (UANI), un grupo de exdiplomáticos y exfuncionarios estadounidenses, dijo que el FMI debe cerrar la cuenta que tiene con el Banco Markazi, blanco específico de las sanciones, o suspender la membresía de Irán en la organización internacional.

También criticó a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, por reunirse el mes pasado con el presidente del banco central de Teherán durante la junta de primavera (boreal) de la institución, en Washington, donde “derrochó elogios sobre Irán y el Banco Markazi”.

“El FMI debe dejar de tratar al régimen iraní como si fuera un gobierno responsable y en buenos términos, en momentos en que la comunidad internacional está tratando de aislarlo”.

Pero el vocero del FMI William Murray dijo que la cuenta de la organización con el banco central de Irán existe únicamente para preservar los fondos de ese país destinados al FMI, que son una obligación para seguir siendo miembro.

“Esto no es en nada inconsistente con las sanciones de Estado Unidos y Europa”, dijo.

En cuanto al pedido de UANI para suspender la membresía de Irán al FMI, Murray dijo: “Este es un asunto que se trataría mejor entre los países miembro del Fondo. No haré comentarios al respecto”.