El recién electo nuevo jefe comunal de Hualpén, Miguel Rivera, fue enfático al señalar que sólo la justicia puede confirmar los cargos por corrupción pública que se le imputan.

Fue así como salió al paso de las críticas por asumir el sillón alcaldicio tras la salida de su padre, Marcelo Rivera, quien luego de estar encarcelado en El Manzano de Concepción, salió en libertad para cumplir arresto domiciliario, lo que lo inhabilita para ejercer el cargo.

El acusado de cohecho restó importancia al respaldo de su partido, el PPD, tanto hacia su padre, como a su llegada a la Alcaldía. Incluso lanzó críticas al partido, por haberles congelado la militancia.

La entrevista es de Mauricio Gándara: