El destacado economista de la Universidad de Santiago y académico de la Universidad de Rutgers (EEUU), Francisco Ormazábal reconoce, sin embargo, que los anuncios hechos por el Ejecutivo en materia tributaria, “son una ayuda importante porque, sin duda, generará beneficios al país”. Asimismo, destaca que los cambios tienen “aspectos de una gran reforma, pero también de un mero ajuste”.

En medio de las incontables reacciones que aún genera la Reforma Tributaria anunciada por el Ejecutivo, el académico analizó los principales puntos que conciernen a lo que, con críticas de la oposición y el movimiento estudiantil, y promesas de estudiar las medidas por parte de organismos como el Consejo de Rectores, constituye una gran reforma para el gobierno de Sebastián Piñera.

Más allá de las críticas que han surgido desde diversos sectores, respecto de la medida que espera recaudar más de US$ 700 millones, el economista puntualiza que “la palabra reforma en estos momentos queda un poco grande, pero hablar sólo de ajuste es ser demasiado crítico. Existen algunos puntos de este proyecto que pueden ser parte de una gran reforma a futuro, pero también existen otros que son sólo ajustes a las necesidades actuales y no si sé podrán ser sostenidos en el tiempo”, declara Ormazábal.

El economista del plantel estatal hace hincapié, además, en que “pese a que cerca de la mitad de los chilenos está exenta de pagar impuestos dada su renta, creo que la medida de rebajar el impuesto a las personas es apropiado”.

Asegura que otro punto importante a considerar es que “hasta el 50% de los gastos en educación podrán ser crédito fiscal a la hora de tributar. Lamentablemente no se sabe mucho de las restricciones que tendrá, pero puede ser una buena forma de estimular al sector educación”.

El experto estima que los impuestos verdes que beneficiarán a aquellos que protejan el medio ambiente y castiguen a los que lo perjudican, se justifican plenamente.

Con respecto al tema de la Educación, dijo que sin duda ha sido el mayor estandarte del gobierno en esta materia: la totalidad de la recaudación que traerá esta reforma, será destinada a financiar las nuevas medidas que requiere la educación en el país -en el marco de nuevas movilizaciones y recientes anuncios desde el Ministerio de Educación-.

“No se si será el óptimo impulso para la educación, pero sin duda que ayuda toda iniciativa que genere beneficios para el país y deben ser apoyados. Ahora, también se debe ser cuidadoso en cuanto a que la asignación de estos nuevos recursos sean destinados eficientemente. No creo que sea suficiente para solucionar el tema de la educación pero sí es un bueno un impulso inicial para ella”, sentencia el profesor Ormazábal de la U. de Santiago.

Consultado acerca de puntos sensibles, especialmente para los automovilistas, y dados los altos precios que han alcanzado las gasolinas, el académico puntualizó que “según el argumento del ministro Larraín, el impuesto a los alcoholes va de la mano con la salud, lo que me parece bien, sólo que también hubiera tocado el impuesto a tabacos que -incluso- es más dañino que el alcohol desde el punto de vista de la salud”.

A juicio de Ormazábal, “el impuesto a los combustibles es una buena medida porque al ajustar y eliminar fluctuaciones del precio de los combustibles va a generar, para el consumidor, que el gasto derivado de los combustibles sea más fijo y estable, y no dependa mucho de las fluctuaciones internacionales”.

Concluye el especialista de la U. de Santiago que si bien no bajará el precio de los combustibles, las medidas lo estabilizarán y disminuirán las volatilidades asociadas al medio internacional.