Los Angeles Lakers, lejos de ser aquel equipo que ganó los dos títulos consecutivos de la NBA en 2009 y 2010, consideran según su estrella Kobe Bryant que sería un error subestimar sus posibilidades en los playoffs que arrancan mañana sábado.

“Espero ganar, absolutamente”, dijo Bryant a la emisora de radio ESPN en Los Angeles, en respuesta a llamadas en vivo de los aficionados.

“Hemos estado lanzando muy bien, y nuestra clave más importante es nuestro tiro del perímetro, lo que limita nuestras pérdidas de balón, y nos permite mantener el juego a nuestro ritmo. Si somos capaces de hacer esas cosas en la postemporada, tenemos grandes posibilidades”, aseguró Bryant, cinco veces campeón de la NBA con los Lakers.

Los Lakers, tercer clasificado en la Conferencia Oeste, detrás de un equipo de veteranos como San Antonio y los energéticos Oklahoma City Thunder, inician el domingo su camino por los playoffs emfrentando en primera ronda a Denver.

“Todo el mundo es un problema”, admitió Bryant acerca de la ruta de acceso de los Lakers por su zona. “La Conferencia del Oeste ha sido difícil de arriba a abajo desde hace años. No hay duelos fáciles”, aseguró.

“No se puede mirar a una serie en particular y decir: ‘OK, esto va a ser una serie fácil. Eso va a ser una serie suave”, añadió Kobe, dos veces Mejor Jugador de las finales de la NBA (2009, 2010).

Los Lakers terminaron en su lugar habitual en la cima de la División del Pacífico por quinta temporada consecutiva, pero en su camino a su séptima aparición consecutiva en los playoffs, tuvieron sus momentos difíciles.

Comenzaron la campaña acortada por el bloqueo tratando de adaptarse a su nuevo entrenador, Mike Brown, el sucesor del legendario Phil Jackson, quien guió a Bryant y a los Lakers a cinco anillos de la NBA (2000, 2001, 2002, 2009, 2010).

Empero, la campaña ha servido para la maduración plena del joven y talentoso pivot Andrew Bynum, dos veces campeón de la NBA y este año ganador de su primera designación a un Juego de Estrellas.

El lado opuesto de la moneda es el veterano Meta World Peace (antes Ron Artest), quien venía supliendo su baja ofensiva con efectiva defensa, pero que estará inhabilitado para actuar en seis de los siete juegos de primera ronda contra Denver, al cumplir una sanción por un feo codazo en la cabeza de James Harden, jugador del Thunder.

Los Lakers rejuvenecieron su plantilla titular con el cambio del veterano base Derek Fisher por Ramon Sessions, pero el nuevo armador tiene en duas su participación en los primeros juegos de la serie ante Denver luego de la lesión que sufrió en el hombro en los finales de la temporada regular.

Si los Lakers tienen la oportunidad de recorrer todo el camino, es probable que sea debido a Bryant, que sigue siendo uno de los jugadores explosivos más peligrosos de la NBA.

Bryant, de 33 años, comenzó la temporada con un ligamento roto en su muñeca derecha producida en un partido de exhibición.

En medio de la campaña sufrió una fractura en la nariz y una conmoción cerebral cuando fue golpeado en la cara por Dwyane Wade de Miami en el Juego de Estrellas en febrero, pero no se perdió un juego hasta que el dolor y la inflamación en su pierna izquierda le obligó a sentarse en el banquillo a principios de este mes.

Sin embargo, este año ha mostrado estar en mejor forma que las dos últimas postemporadas y prometió a sus seguidores que no habrá lesiones que le detengan en esta ocasión.

“Tengo que hacer lo que tengo que hacer”, dijo Bryant. “Yo lo hice hace unos años (en 2010 cuando ayudó a los Lakers a ganar la serie de playoffs contra Oklahoma) con una rodilla lesionada. A veces tienes que hacerlo y ya”.