Los diputados británicos pidieron explicaciones al gobierno sobre las largas filas de espera en el aeropuerto londinense de Heathrow, un problema que causa descontento entre pasajeros y compañías aéreas, y causa inquietud a tres meses de los Juegos Olímpicos.

Ante la falta de personal suficiente en los puestos de control de pasaportes, los pasajeros que llegan deben muchas veces esperar hasta dos horas, y algunas veces más para quienes no son oriundos de países de la Unión Europea.

“Hay un verdadero problema”, lamentó el sábado el diputado Keith Vaz, presidente de la comisión parlamentaria encargada de asuntos interiores, quien anunció su intención de convocar al secretario de Estado para la Inmigración, Damian Green.

“No se trata únicamente de los Juegos Olímpicos. Se trata de Heathrow en su calidad de aeropuerto internacional. Nuestra reputación está en juego”, dijo en declaraciones a la BBC.

Este problema se debe a una reducción de los efectivos de la agencia británica encargada del control de las fronteras, combinado con el abandono de un dispositivo destinado a acelerar los controles para ciertos pasajeros, explicó.

La Border Force, encargada del control de pasaportes, afirmó de su lado que no pensaba “comprometer la seguridad de las fronteras”, asegurando al mismo tiempo que se esforzaba en reducir las perturbaciones utilizando su personal de “manera sensible”.

En el Reino Unido, donde los riesgos de atentados son calificados de sustanciales (nivel de alerta 3 sobre una escala de 5) el asunto de la seguridad es particularmente sensible al acercarse los Juegos Olímpicos.