Afectados por remates de viviendas de la villa Yungay en Osorno acusaron falta de voluntad del Gobierno y de la empresa para ayudar a terminar con los lanzamientos.

Se trata de 55 familias que obtuvieron un crédito en la Administradora de Mutuos Hipotecarios del grupo Penta, la que posteriormente a través de su unidad de cobranza comenzó a realizar el cobro de los préstamos y dio paso al remate de al menos 6 viviendas desde 2011 a la fecha.

Juana Velásquez, dirigenta de la organización “Villas Unidas”, sostuvo que el temor volvió hace algunos días al grupo, cuando se registró un nuevo lanzamiento porque una familia no canceló oportunamente las costas por el atraso en la cancelación del crédito.

Afirmó que se trata de un hecho arbitrario, porque la empresa nunca ha entregado un detalle de la deuda que tienen los beneficiados, faltando con ello a la ley del consumidor.

A juicio de la dirigenta, además de pasar por alto la ley del consumidor, el actuar de la empresa les ha significado problemas desde el punto de vista psicológico.

La mujer criticó el nulo apoyo de parte de las autoridades de Gobierno a su causa, afirmando que se estaría faltando y vulnerando un derecho fundamental que debe brindar el Estado.

Y fue más lejos, aseguró que el no apoyo a su causa es porque la empresa Penta está ligada a ejecutivos que componen la denominada “sagrada familia”, en alusión a los socios del grupo: Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín.

Pese a lo anterior, a nivel local han encontrado ayuda a través del Sernac Financiero, con el cual se ha podido restituir al menos a dos familias los intereses que fueron mal cobrados por la empresa, según lo explicó el director regional del Sernac, Sebastián Fernández.

El representante del Sernac sostuvo que la entidad ha prestado toda la colaboración para evitar por un lado cobros excesivos y que no se vulneren los derechos como consumidores por años, en que se han visto estas familias.

En tanto los afectados esperan ser escuchados y alcanzar algún acuerdo para terminar con los remates. “Nosotros no queremos gratitud, solo que sean justos, que los intereses sean revisados y que los cobros sea los que corresponde y sepamos qué estamos pagando”, puntualizaron.