El primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, fue declarado culpable este jueves de desacato a la justicia por negarse a cooperar en un caso de desvío de dinero que salpica al presidente del país, Asif Ali Zardari.

El jefe de gobierno, que podría haber sido encarcelado durante seis meses, fue finalmente puesto en libertad por decisión del Tribunal Supremo.

Nada más conocerse la sentencia, el principal líder de la oposición paquistaní, Nawaz Sharif, pidió la dimisión “inmediata” del primer ministro.

No se sabe por ahora si la condena obligará al jefe de gobierno a dejar su cargo, un tema que dividía este jueves a los expertos en Derecho de Pakistán.

Gilani fue declarado culpable por haberse negado desde hace más de dos años a pedir a Suiza que reabra un juicio contra el presidente Zardari por lavado de dinero público en los años 90.

“El primer ministro y jefe de gobierno Yusuf Raza Gilani fue declarado culpable de desacato a la justicia”, reza el veredicto del tribunal.

Gilani salió de la audiencia sonriente y entre los aplausos de sus ministros y decenas de simpatizantes, comprobó un periodista de la AFP.

“El primer ministro debería renunciar inmediatamente (…) antes de provocar otra crisis”, reaccionó Sharif en una entrevista con la televisión privada Geo, en la que pidió elecciones anticipadas.

El Tribunal Supremo anuló en diciembre de 2009 un decreto que amnistiaba al jefe de Estado y a otros miles de personas sospechosas de corrupción y ordenó al gobierno paquistaní que pidiera a las autoridades de Ginebra la reapertura del caso.

El pasado 13 de febrero acusó a Gilani, que en ningún caso ha sido asociado al delito de desvío de fondos, por no haber obedecido esta orden, pero el gobierno argumentó que el presidente del país goza de inmunidad y no puede ser juzgado.

En 2010, el fiscal de Ginebra también subrayó que no podía abrir un caso contra Zardari mientras siga siendo presidente.

En 2003, un tribunal suizo declaró culpables a Zardari y su esposa, la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en un atentado en 2007, de desvío de fondos públicos cuando ésta era jefe de gobierno. Pero la pareja apeló.

La condena del primer ministro estrecha el cerco judicial contra el jefe de Estado, uno de los más impopulares de Pakistán debido a acusaciones de corrupción, la mala gestión y una crisis económica aguda.