Un total de 59 personas murieron violentamente el lunes en Siria, entre ellas 31 civiles que perdieron la vida en la región de Hama (centro), pese a la presencia de observadores internacionales, informó este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Cincuenta y cuatro civiles murieron el lunes en Siria, 31 de ellos en Hama, alcanzados por disparos de las fuerzas de seguridad sirias. Además, cinco soldados fallecieron durante estos enfrentamientos” registrados en todo el país, según el OSDH.

Además de los 31 civiles que perdieron la vida en Hama, 16 civiles fallecieron en la región de Idleb (noroeste), la mayoría de ellos en una explosión registrada en el pueblo de Jarjanaz, cuyas causas aún se desconocen.

Por otra parte, dos civiles murieron en la región de Homs (centro), otros tres, entre ellos un niño, en la provincia de Deraa, cuna del movimiento insurgente en el sur del país, otro en Muadamiyé, cerca de Damasco y otra persona perdió la vida en Deir Ezzor (este), durante el ataque de las tropas gubernamentales contra el vecindario de al-Jura, según estas fuentes.

La violencia persiste en Siria pese al alto el fuego que entró oficialmente en vigor el 12 de abril, como parte de un plan de salida de la crisis propuesto por el emisario internacional Kofi Annan.

A partir de la próxima semana, 300 observadores internacionales se desplegarán en el país para vigilar esta tregua, según estipula una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada el pasado sábado.