Por largos años, Televisión Nacional de Chile, TVN, ha sido un espacio de disputa entre el gobierno de turno y la oposición. En dictadura usaron y abusaron del canal hasta el infinito; y en democracia, los partidos políticos se “repartieron” la estación televisiva.

Este año Sebastián Piñera tuvo la posibilidad de acabar con el cuoteo existente en TVN, sin embargo, realizó un intervencionismo.

Es conocido el reclamo de parte de personeros de gobierno y partidos oficialistas respecto a las coberturas que hizo TVN de las protestas, tanto estudiantil como del movimiento social de Aysén. No cabe duda que La Moneda quiere un canal que esté en sintonía con los habitantes del palacio de Gobierno, sobre todo en época de futuras elecciones.

Pero en el nombramiento del nuevo presidente de TVN se nombra a Carlos Zepeda, amigo íntimo del Presidente.

Además Zepeda es operador político, quien se desempeña en distintas instancias: Representa a empresas en tribunales, en su labor de abogado; es socio de Alberto Espina; es hombre de confianza de Álvaro Saieh, quien es dueño de Corpbanca, Unimarc, La Tercera, revista Qué Pasa, posee 6 radios, un canal de televisión, un diario económico y es dueño del 10% de CNN Chile, por ende, el cargo que desempeñará Zepeda es incompatible con los múltiples compromisos que mantiene con sus clientes.

Sin embargo, tanto La Moneda como el propio Zepeda tienen tiempo para retractarse, éste último, desde su conciencia.

El comentario es de Tomás Mosciatti.

http://youtu.be/39r8b9XLauY