La oposición de izquierda acusa al gobierno español de querer tomar el control de la radio y la televisión pública tras su decisión de modificar las condiciones de nombramiento del presidente de la corporación de radiotelevisión española (RTVE) para salir del “bloqueo”.

La radiotelevisión pública española tenía a un presidente de turno cada mes desde la dimisión por “motivos personales” de Alberto Oliart en julio de 2011, por falta de acuerdo entre los diputados socialistas y los del Partido Popular, encargados de elegir al presidente por mayoría de dos tercios.

Debido a este bloqueo, RTVE “no tiene posibilidad de aprobar sus cuentas anuales y no tiene capacidad de presentar su anteproyecto de presupuestos” que prevé 203 millones de recorte presupuestarios, afirmó el viernes la portavoz del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Es una situación de “bloqueo” que no puede seguir manteniéndose, añadió, al presentar el decreto-ley adoptado en el Consejo de Ministros.

El texto, publicado el mismo sábado en el boletín oficial y que entra en vigor el domingo, modifica la ley de 2006 y prevé que en caso de desacuerdo, bastará con la mayoría absoluta en el Parlamento para elegir al presidente.

El Partido Popular de derechas dispone de esta mayoría absoluta después de haber barrido a los socialistas en las elecciones de noviembre. Le permiten, de hecho, proponer al próximo presidente de RTVE.

“Es un golpe institucional” del PP del presidente del gobierno Mariano Rajoy, reaccionó de inmediato el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, denunció en su cuenta en twitter “otro recorte intolerable de Rajoy: esta vez, a la libertad de expresión”.

Los sindicatos estaban también escandalizados, sobre todo dado que, según el texto, los dos representantes desaparecen de la composición del Consejo de Administración, reducido de 12 a 9 miembros.

“Es un retroceso total por poder controlar totalmente la radio-televisión española. Por lo tanto no podemos controlar nada. Va a ser un instrumento de propaganda del PP”, afirmó a la AFP Jesús Trancho, secretario general UGT-RTVE.

“La ley actual permitía preservar la independencia de RTVE, lo que ahora no va a ser posible”, denunció.

La decepción era similar en la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) para la cual “significa un retroceso en el planteamiento de los criterios de independencia, que deben constituir, por otra parte, la regla de los servicios informativos del medio público por antonomasia en España”.

El gremio llamó a los dos principales partidos a ponerse de acuerdo sobre la presidencia del grupo.

La polémica enciende también las redes sociales, donde se encontraba entre los temas más comentados en Twitter en España, y la prensa, donde la de derechas celebra el fin del bloqueo y la de izquierdas denuncia la toma de control.

“El PP rompe el consenso sobre RTVE para imponer al presidente” titulaba El País (centro-izquierda), cuando la radio Cadena Ser aseguraba que “el Gobierno cambiará la ley para volver a controlar RTVE y elegir sus cargos”, como era el caso antes de la ley de 2006.

“El Gobierno desbloquea TVE”, titulaba por su parte el diario El Mundo (centro-derecha), que afirmaba que los socialistas se habían negado a cualquier acuerdo con el PP para “mantener el statu quo” y evitar la renovación del consejo de administración del grupo.

El PP ha criticado en reiteradas ocasiones una televisión pública “partidista” favorable a la izquierda.

RTVE cuenta con cinco canales de televisión, cinco emisoras de radio y 6.400 empleados por un presupuesto que en 2011 se elevó a 1.200 millones de euros.