El Consejo de Seguridad de la ONU acordó en forma unánime este sábado enviar 300 observadores a Siria para supervisar el alto el fuego, ya seriamente comprometido.

Los 300 observadores militares no armados deberán ser desplegados “rápidamente” y “por un período inicial de 90 días”. Sin embargo, antes será necesario que el secretario general de la ONU Ban Ki-moon determine si “la consolidación” del alto el fuego permite este despliegue.

“El desarrollo tendrá lugar según las posibilidades, y dependerá de la evaluación (realizada por Ban) de los acontecimientos en el terreno”, indicó el comunicado de la ONU que no precisa fechas.

Ban “destacó la necesidad de que el gobierno sirio ponga fin a la violencia y a las violaciones a los derechos humanos”, y en particular al retiro del armamento pesado sobre las ciudades sirias.

“Los desafíos sobre el terreno son importantes, demasiadas vidas se han perdido, las violaciones flagrantes a los derechos fundamentales del pueblo sirio deben cesar inmediatamente”, concluyó el comunicado de la ONU.

La violencia no cesó en Siria desde el anuncio del cese el fuego el 12 de abril, por lo cual varios países occidentales subrayaron lo peligrosa que resultaba el envío de la misión.

Al respecto, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, señaló que “nadie debería asumir que Estados Unidos acordará renovar la misión luego de 90 días”.

“Si no hay un cese sostenido de la violencia, plena libertad de movimiento para el personal de la ONU, y un progreso rápido y significativo en todos los otros aspectos del plan de seis puntos (propuesto por el emisario de paz Kofi Annan), entonces debemos concluir que esta misión no es útil”, dijo la representante.

“Estados Unidos votó la resolución autorizando una misión de observación de la ONU”, afirmó la representante, quien matizó que la paciencia de Estados Unidos está al límite, en referencia “la larga lista de promesas rotas” por el régimen sirio de Bashar al Asad.

Por su parte, Vitaly Churkin, representante ante la ONU de Rusia, que tuvo un papel determinante en esta votación del Consejo, consideró que “esta resolución tiene una importancia fundamental para hacer avanzar el acuerdo de paz en Siria”.

El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición, recibió con satisfacción el voto del Consejo de Seguridad de la ONU y afirmó que respondía a “las demandas del pueblo”.

“Sin ninguna duda, el envío de nuevos observadores es una demanda del pueblo sirio y de los revolucionarios que se manifiestan cada día”, declaró a la AFP George Sabra, portavoz del CNS, que se congratula por esta decisión tomada por unanimidad.

La violencia en Siria dejó más de 9.000 muertos en 13 meses, según la ONU.

La resolución exige al gobierno sirio “velar por el buen funcionamiento” de la misión y sobretodo “de asegurarle de forma inmediata la libertad de circulación y de acceso total, necesarios para la ejecución de su mandato”.

El texto pide también para los observadores comunicación sin interferencias y garantías de seguridad, y destaca “la necesidad de que el gobierno sirio y la ONU lleguen a un acuerdo rápido sobre los medios de transporte aéreos adecuados” (aviones o helicópteros) para la misión.

Al referirse a su voto, el embajador francés ante la ONU, Gerard Araud, destacó que en el terreno “la situación sigue siendo igual de inquietante”.

“El despliegue de los primeros 10 observadores en Siria no cambió la actitud mortífera del régimen” de Bashar al Asad, dijo en referencia a los ataques contra las localidades de Homs o Idleb.