Una demanda indemnizatoria por 340 millones de pesos presentó una paciente en contra del Servicio de Salud Aconcagua por daños morales, tras perder a su bebé por una presunta negligencia médica.

Loreto Morales González tuvo un embarazo difícil debido a que era diabética, por lo mismo debió ser sometida a un proceso de parto inducido. Sin embargo, según indica la querella, el trabajo médico fue estropeado en su última instancia por problemas con el médico tratante que llevaron a la postergación del alumbramiento.

Sin embargo, a las 38 semanas de gestasión el hijo de Loreto murió.

La situación causó molestia y dolor en el núcleo familiar de la mujer, por lo que no dudaron en interponer una demanda por daños morales en contra del Servicio de Salud Aconcagua.

Enrique Cossio, abogado de la familia, señaló que la responsabilidad recae en la entidad por negligencia de los médicos tratantes, ya que su cliente cumplió con todos los requerimientos solicitados.

El jurista precisó que por literatura médica existen ciertas fechas tope dependiendo de la gravedad del embarazo, que son 32 ó 38 semanas, siempre y cuando, esté sujeto a control médico y a exámenes que permitan postergar este parto, lo que no se cumplió, ya que en el último control el profesional responsable tampoco le tomó una ecografía para poder dilucidar esta situación.