La presidenta argentina Cristina Fernández agradeció el jueves a los partidos políticos, incluso los principales de la oposición, el apoyo a la expropiación del 51% de las acciones de la petrolera YPF, proyecto de ley deplorado por España, la UE, EEUU, el BM y el FMI.

“Quiero agradecer a los partidos políticos que han apoyado esta decisión que he adoptado el lunes en el proyecto que he elevado al Congreso, porque esto revela también un grado de madurez de nuestra sociedad civil y política”, dijo al inaugurar un parque de energía solar en San Juan (oeste).

La Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata), la segunda fuerza política y legislativa del país, aseguró que votará “a favor, en general, porque lo que compartimos es el criterio de la nacionalización y, en lo particular, defendemos nuestro proyecto”, dijo el senador Ernesto Sanz, portavoz del bloque.

También se pronunciaron en favor de la estatización parcial de la compañía el Frente Amplio Progresista (FAP, socialdemócrata), cuyo candidato Hermes Binner fue segundo en las últimas presidenciales de octubre de 2011, además de los bloques de centroizquierda y grupos del peronismo disidente de Kirchner.

La mayoría oficialista en ambas cámaras se reforzará con aliados y opositores para la media aprobación el miércoles próximo en el Senado y la sanción en Diputados una semana después.

Argentina dijo que recupera la mayor empresa de hidrocarburos con el argumento de que la española Repsol (57,4% de acciones en YPF) no cumplió inversiones y forzó al país a duplicar las importaciones de hidrocarburos en 2011 respecto de 2010 y lo obligará a triplicarlas este año.

Pero la decisión de Cristina Fernández motivó este jueves el rechazo del presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, quien la consideró “un error”.

Zoellick se sumó así a las enérgicas protestas de España, de la Unión Europea, de Estados Unidos, el Fondo Monetario y operadores económicos internacionales.