Y bueno. El Presidente de la República, Sebastián Piñera, sigue no escuchando el mensaje de molestia, que un 70% de los chilenos rechaza su gestión. Es increíble que siga adelante, mostrando una tozudez frente a las demandas tan conocidas, como por ejemplo, la que está de moda en estas semanas, que se rebaje o elimine el impuesto específico a los combustibles, cuyo valor para el consumidor es desmesurado.

Me pregunto, el por qué su equipo de asesores, encabezados por María Luisa Brahm, brazo derecho del mandatario, es tan ineficiente y no lo ayudan a mejorar su alicaída imagen como gobernante, tanto en el ámbito interno y externo del país, o simplemente, no los escucha y su afán personalista, lo consume y lo hacer caer en constantes errores, muchos de ellos garrafales.

Quizás el término empleado por The Economist, de calificarlo como inepto, no corresponde, pero el mensaje es claro, no escucha a la gente, no tiene credibilidad y cae en constantes discursos que se contradicen, por ejemplo, con los que declaran sus propios ministros.

Cito un ejemplo claro. Antes medios de prensa, en el último trimestre del 2011, se comprometió a dar solución a la carga tributaria que tiene el petróleo y la bencina en Chile. Lo mismo dijo su Ministro de Economía, Pablo Longueira, pero al rato, es el titular de Hacienda, Felipe Larraín quien cierra tal posibilidad. El martes, el vocero de gobierno fue enfático en declarar, que esta posible rebaja solicitada por una amplia mayoría de la ciudadanía, no tenía cabida en los planes del gobierno, cerrando las puertas a ello.

Otro ejemplo de incongruencia del primer mandatario fue su declaración frente al conflicto entre Argentina y España, por la propiedad de Repsol – YPF, afirmando que ello involucraba directamente a Chile. No sé si lo hizo como una forma de caer bien a la presidenta de Argentina, pero el caso es que ayer martes, fue el propio canciller chileno, Alfredo Moreno, quien frente a la prensa, aclara los dichos de Piñera, expresando que el tema YPF no afecta los activos de las empresas chilenas.

Entonces, si entre el mismísimo Presidente y sus propios ministros hay desavenencias y declaraciones confusas, que credibilidad demuestra ante los chilenos, si constantemente sus dichos no son claros y tienen que salir miembros de su gabinete a contradecirlos.

Vuelvo atrás, para referirme a los asesores presidenciales.

Han demostrado en 25 meses de gobierno, una ineficacia constante y sostenida. Sus funciones, son la de ayudar a Piñera, a cómo mejorar su gestión, a entregarle una radiografía de la actualidad, imagino yo, que eso incluye, la percepción de su gestión ante la ciudadanía, la elaboración de sus discursos, entre otras.

Se les conoce, como los miembros del 2º piso de Palacio de la Moneda. Lo componen la asesora jefe, María Luisa Brahm, quien trabaja junto al Presidente, desde hace 20 años, aproximadamente. María Irene Chadwick, sobrina del vocero de gobierno Andrés Chadwick, y a la vez, sobrina de Piñera. Ignacio Rivadeneira, quien le hace los discursos al mandatario. Hernán Larraín Matte, hijo del senador UDI, Hernán Larraín. José Miguel Izquierdo y Juan Ignacio Eyzaguirre.

Como ven, todo sigue en familia, tal como lo ocurría en los gobiernos de la Concertación, donde eran los mismos líderes de la actual alianza oficialista, quienes criticaban este tipo de situaciones.

A continuación, les detallo los honorarios “éticos” de cada uno de ellos. María Luisa Brahm, $ 7.294.000. Ignacio Rivadeneira, $ 5.788.889. José Miguel Izquierdo$ 4.631.111. Hernán Larraín Matte, $ 4.631.111. Juan Ignacio Eyzaguirre y María Irene Chadwick igual o menor a $ 4.631.111.

A propósito de estos genios, me acordé de un afectado por el terremoto, quien era de Concepción, que perdió su casa y su pequeña empresa, a quien los servicios públicos del gobierno e incluso sus autoridades le cerraron las puertas a las demandas que solicitaba, que eran menores. Por su desesperación, acudió vía email a María Luisa Brahm, pero no tuvo ni siquiera una respuesta, llegándole la notificación de que su correo no fue leído. Conversó telefónicamente con Juan Ignacio Eyzaguirre, pero éste lo increpó (sin conocerlo) de querer aprovecharse de la situación, y lo más ridículo fue, que dudaba si era un periodista del diario electrónico, El Mostrador, que le estaba jugando una mala pasada. De paso, que no lo nieguen los involucrados, leí directamente, los correos electrónicos enviados.

También fueron increpados en Septiembre del 2011, por el Vicepresidente de Renovación Nacional, el alcalde Puente Alto, Manuel José Ossandón (de brillante gestión en su comuna), quien le manifestó su molestia al equipo asesor de Piñera, por realizar reuniones de tipo partidistas en horario de oficina, en La Moneda. El edil expresó aquella vez “Ojalá el segundo piso usara esta velocidad e inteligencia para los conflictos sociales”, pidiendo explicaciones del por qué usan mails y teléfonos institucionales para convocar a reuniones de tipo partidarias, por parte de los asesores.

Detallo todo lo anterior, lo que se refiere a este equipo de trabajo, porque es desesperante ver, que sus honorarios son escandalosos (incluso ganan más que los que trabajaban para la ex presidenta Bachelet), e insisto, una farra fiscal que pagamos todos los chilenos.

Más aún, estos sendos sueldos que les cancelan, por sus labores en La Moneda, se contraponen ante la ineficacia graficada en los resultados en el cumplimiento en sus funciones, que es el de ayudar al Presidente de la República, a cumplir sus objetivos planteados como gobernante.

La gestión del Presidente Piñera es duramente criticada por un alto porcentaje de los chilenos, y no veo por parte de él mismo y el de sus asesores, en buscar una forma de revertir la situación, sobre todo la más importante, la de recuperar la CREDIBILIDAD de la gente. Si estos funcionarios no han demostrado resultados, no entiendo el por qué siguen e sus cargos, presumo que debe ser por el famoso cuoteo político y porque la mayoría de ellos nexos familiares con los líderes políticos del bloque de gobierno.

La historia se repite por décadas. La promesa de terminar con estos hechos, una vez más, es una falsedad. Sería afortunado, tener un cargo de esta envergadura, hacerlo mal y ganar sueldos que son una burla para el país.

Víctor Huidobro es periodista. Vive en Santiago y escribe regularmente en su blog, El Nada Serio. Tiene su cuenta de Twitter en @elnadaserio