El español David Ferrer, finalista en Mónaco en 2011, vivió una gran desilusión al quedar eliminado este miércoles en su estreno en esta edición, en la segunda ronda del Masters 1000 de Montecarlo, ante el brasileño Thomaz Bellucci en dos sets (6-3, 6-2).

Ferrer, número 6 mundial, que destaca a menudo por su regularidad, había siempre llegado, por lo menos, a los octavos de final, desde su primera participación en 2003. Había sido cuartofinalista en 2005, 2006, 2007 y 2008, y semifinalista en 2010.

Esta eliminación prematura costará cara al español en lo que se refiere a puntos en la clasificación ATP y podría hacer que fuera superado desde el lunes por el checo Tomas Berdych.

“Fue duro. Él hizo un buen partido, mejor que el mío. Cometí muchos errores y estuve lento. Fue muy agresivo, muy constante. Fue mejor que yo y no hay mucho más que decir”, explicó.

El sorteo no fue clemente con Ferrer, situando a Bellucci en su camino. El zurdo brasileño sólo es el número 45 del mundo, pero es especialmente fuerte en tierra batida, y ya ha dado sobradas muestras de ello en el pasado.

En 2011 había alcanzado las semifinales del Masters 1000 de Madrid, que también se disputa sobre arcilla, eliminando entre otros al escocés Andy Murray y a Berdych. El serbio Novak Djokovic, actual número uno mundial, tuvo que esforzarse al máximo para superarle en la capital española.

Para ganar a Ferrer, poco acostumbrado a recibir una lección tan clara, Bellucci fue especialmente valiente y ofensivo.

El brasileño, que hasta este año no había ganado un partido en Montecarlo, se enfrentará en la próxima ronda al holandés Robin Haase.

El ganador de este partido tendrá que medirse en cuartos con Djokovic, para el que la eliminación de Ferrer fue sin duda una buena noticia.