Al penal concesionado de Alto Bonito en Puerto Montt llego un contingente nuevo de 28 funcionarios, 25 hombres y tres mujeres que reforzarían el trabajo con el trato de internos, alivianando la carga laboral que venían experimentando los gendarmes. Esto, según un acuerdo entre el director nacional Luis Masferrer y el gremio.

Sin embargo, según el cabo primero de Gendarmeria, Cesar San Martin, este acuerdo no se respetó, pues el alcaide Ricardo Bravo no habría cumplido la orden del director nacional, ya que el refuerzo de la dotación no se fue al trato directo con los internos, sino más bien a labores administrativas.

Por su parte el suboficial Jose Muñoz criticó la gestión del director regional de la institución, comandante Juan Letelier, señalando que, por ejemplo en el tema de la alimentación los gendarmes no pueden almorzar, mientras el comandante Letelier si lo hace e incluso los internos encarcelados tienen su horario para comer.

Los gendarmes indicaron además que la Dirección Nacional de Gerndarmeria ya fue informada de hechos como la falta de reconocimiento de parte de la jefatura del complejo penitenciario de las actividades realizadas por los funcionarios.

Hasta el momento, aseguran, sólo han recibido un oficio donde se indica que se han tomado las acciones correspondientes para reconocer las actividades extra programaticas desarrolladas por el personal del servicio.