Hay maneras muy extrañas de celebrar (ya nos enseñó el Stjarnan F.C de Islandia) y la que se vio este fin de semana en Rusia.

Zenit de San Petersburgo y CSKA de Moscú se enfrentaban en uno de los clásicos del fútbol ruso. El partido llegaba hasta el minuto 67 con marcador 0-0 cuando Vladímir Bystrov anotó la apertura del tanteador con golpe de cabeza.

En ese momento Arshavin, que junto a varios jugadores más llegaba a felicitarlo, repentinamente se paró con los dos pies sobre el estómago de su compañero y luego bajó como si nada hubiera pasado.

“Es que se estaba retorciendo y quise rematarlo”, comentó el capitán de la selección rusa sobre el insólito hecho.

La situación generó el asombro de algunos jugadores y del árbitro del encuentro, quienes apreciaron sorprendidos la celebración.

Observa la secuencia: