La comisión electoral egipcia confirmó este martes su decisión de excluir a diez candidatos de la presidencial de mayo, dejando fuera de la competición al ex vicepresidente Omar Suleiman y a los islamistas Jairat al Shater y Hazem Abu Ismail.

“La comisión rechazó todas las apelaciones presentadas por los diez (candidatos) descartados”, de las 23 personas que presentaron su candidatura, indicó la agencia oficial MENA.

Entre los candidatos que siguen en liza figuran el ex jefe de la Liga Árabe Amr Musa, el ex miembro de los Hermanos Musulmanes Abdelmoneim Abul Futuh y el último jefe de gobierno de Hosni Mubarak, Ahmad Shafiq.

La comisión electoral anunció el sábado que había descartado a diez candidatos por irregularidades. Aunque algunos ya se esperaban la decisión, la noticia cayó como una bomba y modificó significativamente el paisaje político a cinco semanas de la primera vuelta, prevista los días 23 y 24 de mayo.

Los Hermanos Musulmanes anticiparon la decisión, presentando un candidato alternativo, el presidente del Partido de la Libertad y la Justicia, Mohamed Morsi. La formación islamista, primera fuerza política del país, sigue pues en la carrera por la presidencia.

La candidatura de su primera elección, el rico empresario Jairat al Shater, fue denegada porque estuvo en prisión hasta marzo de 2011 y la ley estipula que todo condenado a la cárcel debe esperar seis años a partir del final de su pena o de la fecha de su indulto para recuperar sus derechos políticos.

Al Shater reaccionó llamando a los egipcios a estar dispuestos a “salir a las calles para proteger la revolución, que se expone a un gran peligro”, y a “luchar contra todo fraude o compra de votos que se está preparando”.

Omar Suleiman, jefe de los servicios secretos en la época del ex presidente Hosni Mubarak, no puede optar a la jefatura del Estado por no haber obtenido el número mínimo de firmas de electores en una de las 15 provincias, como estipula la ley.

El salafista Abu Ismail no puede ser candidato por la nacionalidad estadounidense de su madre. Según la ley electoral, todo aspirante a la presidencia debe ser egipcio, al igual que sus padres y su esposa.