Puede que no tenga armas ni el glamour de Hollywood, pero esta semana Corea del Sur se convirtió en el primer país en estrenar su propia versión de “RoboCop”: un guardia de prisiones totalmente automatizado, que promete aliviar a los gendarmes de las presiones de la vigilancia.

Se trata de un modelo construido por el Instituto de Investigación en Electrónica y Telecomunicaciones (ETRI) y la empresa SMEC, el cual posee cámaras capaces de ver en 3D y sistemas de comunicación inalámbricos en ambas direcciones, los que le permiten detectar, grabar y transmitir anormalidades en el comportamiento de los reos.

¿Cómo? El “RoboCop” coreano identifica patrones como riñas o intentos de suicidio, advirtiendo de inmediato a los carceleros. Y si bien está diseñado para hacer su patrullaje de forma autónoma, también puede ser controlado mediante un tablet, a fin de explorar áreas donde puede haber problemas.

“La idea de desarrollar este tipo de robots es para asegurar la vida de los prisioneros y reducir la carga de los oficiales que trabajan en penales con un ambiente de trabajo deficitario”, explicó a la agencia Reuters, Lee Baik-chul, director del Foro Asiático de Correccionales.

El guardia robot tiene un valor de 879 mil dólares (es decir, más de 420 millones de pesos chilenos), sin embargo la posibilidad de salvar vidas, tanto de reos como de gendarmes, lo presenta como una alternativa viable a medida que se perfeccione su tecnología.

http://youtu.be/-TsgEKdGCdU

ACTUALIZACIÓN: Inicialmente, el titular consignaba erróneamente que el robot fue desarrollado en Corea del Norte, en contradicción a la información del propio texto de la noticia. Se cambió para consignar que se trata de Corea del Sur.