Hace dos días, publiqué un artículo que hablaba sobre el posible aumento de 2 millones de pesos por mes en las asignaciones de los senadores.

Bueno, ese posible se transformó en realidad. El honorable Guido Girardi, un día antes de dejar la Presidencia del Senado el pasado 11 de marzo, dejó el menú firmado para que el sueldo “ético” de los parlamentarios se hiciera efectivo en el mes de abril. De paso, aprovecho de comunicar que los diputados también vieron incrementadas sus “asignaciones”.

Y como han sido criticados por el 99% de los chilenos, se autocalifican como incomprendidos y atacados por la gente. Bueno, ellos dicen que son sólo dos millones de pesos cada uno.

Una vez más queda al desnudo la decadencia de la clase política chilena, egoísta, sin empatía y burlesca con los chilenos. Ellos mismos son los que le ponen más carbón a la hoguera, viviendo de papelones y situaciones poco transparentes. No veo por donde encontrar el lado positivo al aumento de sus dietas, menos todavía cuando, aunque lo nieguen, se hace a oscuras, entre cuatro paredes y que sale a la luz pública no precisamente por los protagonistas, sino por una denuncia de un mismo colega parlamentario.

Camilo Escalona y Guido Girardi, por nombrar a algunos miembros de la Cámara Alta de la Concertación, y otros de la alianza de gobierno, son los mismos que dan el discurso sobre un sueldo mínimo ético para las clases trabajadoras más vulnerables del país. Sin embargo, cuando llega el momento de negociar el aumento del salario mínimo o el reajuste al sector público, siempre ponen trabas para aprobarlos, obviamente, en un valor ínfimo.

Molestó escuchar el día miércoles pasado a Lagos Weber, por nombrar alguno, hacerse el desentendido y que no sabía de tal aumento. Eso es mentir, y la MENTIRA es lo que tiene en decadencia la política chilena.

Para qué entrar en detalle sobre los diputados que se oponían a la polémica que estaba protagonizando el Senado, cuando los mismos miembros de la Cámara Baja, en enero pasado, ya habían recibido un aumento en el ítem “asignaciones”.

Entonces entran los Honorables en un juego de tontos, de acusaciones mutuas. Me imagino que hacer este tipo de denuncias es con el fin de obtener beneficios electorales, pero la falta de inteligencia se les hace más notoria aún cuando los chilenos se enteran de que los 158 parlamentarios ya se beneficiaron con el tema.

Tampoco genera adeptos cuando el día jueves aparece el presidente del Senado, Camilo Escalona y el senador Navarro, por ejemplo, haciendo declaraciones a la prensa, afirmando que eran incomprendidos, atacados y malinterpretados. Me recuerda cuando el senador Lagos Weber le dijo al ministro Hinzpeter que “se hacía el pobeshito”. Bueno, ahora son estos “líderes” de la política los que quieren aparecer como víctimas, después de la falta de transparencia y de respeto con que actúan a menudo frente a todos los chilenos.

Cuando existen este tipo de situaciones, la unidad de nuestros políticos es total. Claro, son 158 beneficiados con el dinero de todos los chilenos.

Me pregunto ¿por qué los mismos 158 no aprueban de la misma forma una reforma tributaria que permita ayudar a financiar la educación de los chilenos? ¿Por qué no se apuran y se unen para pedirle al Presidente Piñera el fin al impuesto específicos a los combustibles? ¿Por qué no aprueban legislar por unanimidad sobre la ley antidiscriminación, en vez de hacerse los cartuchos? Simplemente porque los intereses creados de algunos y la soberbia de otros y algo de flojera también, no se los permite.

Excusas y explicaciones, deben tener por montones, pero es una burla para los chilenos que trabajan más que ellos y ganan sueldos miserables. Es reírse, por ejemplo, de los miles de damnificados por el terremoto del 27F que aún viven en campamentos.

Una reflexión. Hay mucho silencio frente al tema de todos los sectores políticos que tienen representación en el congreso. Y en el gobierno, usan la frase típica para estos casos, que no pueden inmiscuirse en otro poder del estado.

Otra reflexión. Me gustaría que la Contraloría General de la República exija y actualice la participación de los parlamentarios y personeros de gobierno, en sociedades y empresas privadas. La transparencia debe ser permanente y no cada 4 años. Es justo y necesario, que se sepa en qué se gastan cada peso asignado por el estado.

Las platas del Fisco es un tema delicado y serio. Lamentablemente, este tipo de acciones como la protagonizada por el Senado, deja al descubierto de que no hay claridad en este tipo de casos. Cuando son situaciones complejas como sus dietas parlamentarias, todo se hace en un cuarto oscuro. Se supone que las autoridades de nuestro país deben dar el ejemplo ante los 17 millones de chilenos. Pero desde hace muchos años que la cosa no es así.

De seguro, en pocas semanas más, veremos otro papelón. A prepararse.

Víctor Huidobro es periodista. Vive en Santiago y escribe regularmente en su blog, El Nada Serio. Tiene su cuenta de Twitter en @elnadaserio