Sony, orgullo de la industria electrónica nipona, lanzó el martes una severa advertencia sobre sus resultados anuales, estimando su pérdida neta en el año que terminó en marzo en 520.000 millones de yenes (5.000 millones de euros, 6.400 millones de dólares) debido a cargas fiscales.

Sony esperaba anteriormente un déficit neto de 220.000 millones de yenes, pero tuvo que tomar en cuenta un monto de impuestos adicional de 300.000 millones de yenes.

Sus previsiones de facturación (6,4 billones de yenes) y de pérdida de explotación (95.000 millones de yenes) no fueron modificadas y su tesorería no se verá afectada, precisó el grupo en un comunicado.

Los resultados definitivos del ejercicio 2011-2012 serán anunciados el 10 de mayo.

El lunes, varios medios de comunicación japoneses afirmaron que el gigante nipón de la electrónica atraviesa una coyuntura difícil y que se dispone a reducir sus efectivos en 10.000 personas en el mundo (aproximadamente 6% del total) en los próximos meses, debido a la reestructuración de varias actividades.

Durante una mesa redonda realizada hace varias semanas, el nuevo director general de Sony, Kazuo Hirai, había indicado que era necesario esperar decisiones de esa naturaleza, debido a la necesidad de lograr la recuperación del grupo.

El jueves 12 de abril está prevista una conferencia de prensa sobre la estrategia del grupo para los próximos años.