“El oficio que ha enviado el ministro de Minería, Hernán de Soliminihac, para excusarse de asistir a la sesión especial de mañana en que analizaremos las decisiones que está promoviendo el gobierno para licitar por vía administrativa la explotación del litio es extraordinariamente revelador, porque su principal argumento es la inhabilidad que le afecta por ser hermano del subgerente general de la empresa que concentra la mayor explotación de ese importante mineral en el país”, aseveró el senador Alejandro Navarro.

El parlamentario agregó que “el Ministro no habla públicamente sobre el tema, se inhabilita para asistir a la sesión especial y a las sesiones de la Comisión de Minería, pero sigue siendo el Ministro. Nos preguntamos entonces, ¿cuántas decisiones toma administrativamente sobre el tema?, ¿quién resolvió licitar el litio? No puede inhabilitarse sólo para asistir al Parlamento y tomar decisiones a diario sobre la situación de esta industria. Además, tener un ministro que se inhabilite a cada paso no nos sirve”.

Según Navarro, “lo que hoy parece es que no vamos a tener ministro para el mineral en que sustenta el futuro del país. Sería mejor no tener un ministro que se inhabilite, con el que se pueda discrepar, sin tener la incertidumbre de que ante la letra a se inhabilite y ante la letra c de un mismo tema, no. Esta inhabilidad coyuntural puede transformarse en un inmovilismo permanente. Se ha instalado una controversia legítima una vez más en torno a un conflicto de intereses, como lo hemos visto antes en otras carteras y que hemos visto más recientemente en la votación judicial sobre Hidroaysén”.

Finalmente, el legislador del MAS indicó que “la Comisión de Minería ha tenido razón al señalar que no pueden interlocutar para este tema sólo con el subsecretario Wagner. Esa es una de las razones para convocar a la sesión especial de mañana. Al parecer el Presidente Piñera tendrá que tomar una nueva dura decisión a nivel ministerial. Este no es un tema personal, sólo estamos hablando de un conflicto de intereses evidente que debe ser aclarado por el gobierno y que obliga al propio ministro a tomar decisiones. Entre el interés nacional y el particular, el que debe primar, sin duda, es el nacional”.