El autor de los ataques del 22 de julio de 2011 en Noruega, Anders Behring Breivik, no sufre de psicosis y por lo tanto es penalmente responsable, concluyó oficialmente el martes un segundo panel de expertos psiquiatras, reabriendo el debate sobre el destino del acusado.

Esta nueva evaluación contradice los resultados de un primer examen psiquiátrico oficial, que el año pasado había llegado a la conclusión de que Breivink sufría de “esquizofrenia paranoide”, y por lo tanto debería ser enviado a un hospital psiquiátrico y no a una cárcel.

Ultraderechista fanático, Breivik hizo estallar una bomba frente una sede del gobierno en Oslo, y poco más tarde disparó a mansalva contra jóvenes socialdemócratas que participaban de una reunión política en la isla de Utoya, provocando en total la muerte de 77 personas.

El proceso contra Breivik debe iniciarse el próximo lunes.